Universidad
Unos 5.000 alumnos de la URV han hecho proyectos de servicio a la comunidad
El programa de Aprenentatge Servei les permite colaborar con entidades sin ánimo de lucro
Más de 5.000 alumnos han desarrollado proyectos para entidades sin ánimo de lucro a través del programa de Aprenentatge Servei de la Universitat Rovira iVirgili. Este programa, que se institucionalizó el curso 2011-2012, es una propuesta educativa que permite el estudiante combinar procesos de aprendizaje con servicios a la comunidad. De esta manera, el alumno ejecuta un proyecto en el marco de una asignatura o del Trabajo de Fin de Grado (o de Máster), dentro del plan de estudios, para obtener créditos de su titulación.
Después de más de una década de vida, el Aprenentatge Servei ha crecido extendiéndose por las diferentes áreas de conocimiento de la universidad, tal como expone la técnica del programa, Avril Lombardi. «Hoy día tenemos un total de 26 titulaciones en las cuales se puede cursar», detalla. Derecho, Economía, Educación, Enfermería, Ingeniería informática, Arquitectura, Nutrición... La oferta es muy heterogénea. «El estudiante puede aplicar a cuestiones reales los conocimientos adquiridos y, al mismo tiempo, aprender», explica Lombardi, quién también subraya «el componente social», del programa, por lo cual no se puede llevar a cabo con cualquier organización.
«Las entidades también tienen que tener en cuenta que el alumno está en un proceso formativo», añade Lombardi. Este año, la URV ya registra a más de 500 alumnos que se están aprovechando de esta posibilidad. Desde la misma universidad se elabora un catálogo de posibles proyectos, como el desarrollo de una aplicación móvil para la gestión de voluntariado tortuga en el litoral catalán para la ONG medioambiental GEPEC-dC. Esta iniciativa la está trabajando un estudiante del grado de Ingeniería informática, en el marco del Trabajo de Fin de Grado.
Otro ejemplo lo pone Nadia Nieto, exestudiante de Pedagogía que durante el curso 2021-2022 colaboró con la Asociación Ceradai a través del Aprenentatge Servei. Nieto se encargó de encontrar evidencias para demostrar los beneficios del proyecto Cooppel dentro de los institutos, el cual consiste en mejorar el aprendizaje y el rendimiento académico de los alumnos de secundaria a través de juegos. «Estudié el caso de cuatro alumnos y se notó el impacto positivo del Cooppel, sobre todo con respecto a la actitud y la motivación,» comenta Nieto. Dentro del estudio, aparte de hacer seguimiento de los estudiantes durante todo el curso, hizo tests de inteligencia emocional y entrevistas con la familia y los tutores, entre otros.