Comercio
Las ventas en la calle Canyelles empiezan a reavivar después de las obras
Los comerciantes afirman que la temporada sería todavía peor si no se hubiera pacificado la vía
La calle Canyelles presentó en octubre su nuevo aspecto, multicolor y de uso exclusivo para los peatones. Los escaparates de los comercios volvían a ser visibles después de medio año ocultos por las obras y los propietarios estaban convencidos que el sacrificio de tantos meses valdría la pena.
Con la temporada de Navidad a pleno rendimiento, el propietario de Calçats Núria, Adrià Marsal, señala que se empiezan a ver «brotes verdes», pero que, aunque la gente se ha animado a comprar más en los últimos días, en general, la temporada está siendo floja. «Está todo bastante parado, pero es un problema estructural, no sólo de la calle. La gente ahora mismo no tiene pasta, todo está muy caro y si se puede ahorrar gastar dinero en unas bambas, se lo ahorra», comenta. Jordi Gombau, presidente de la asociación de comerciantes de la calle y propietario de Gombau, añade que, ensu negocio, han evitado subir los precios para intentar incentivar las ventas, pero comenta que la situación es «un poco dura» porque la inflación ha afectado al bolsillo de todos los ciudadanos.
No obstante, asegura que la abertura de la calle ha permitido que más personas pasen y que los establecimientos sean más visibles. «Si hubiéramos tenido la calle como lateníamos antes, habría sido peor. Con el paso de gente, venderé más, segurísimo», analiza.
Montserrat Riba, encargada de Calçats Altadill, ha vivido las obras de una manera diferente. Explica que le daban miedo porque el negocio funcionaba bien y detalla que supusieron «unas pérdidas totales». Una vez acabaron los trabajos, a pesar de ver más ambiente en Canyelles como conector entre el Mercat Central y la Rambla Nova, la inflación ya estaba provocando estragos.
Espera que, a largo plazo, la intervención beneficie a los comerciantes, pero declara que «costará recuperar» todo lo que se perdió. «Se necesitará más tiempo. Han sido siete meses las obras y esta temporada de Navidad no es de las altas», valora.
Ayudar a cuidarlo
El caso de Marlo's es especial. La tienda de calzados vuelve a la calle después de siete años y, aunque su encargada Mercedes Delgado explica que las ventas estaban un poco paradas antes de la semana previa a Navidad, la valoración general es positiva.
«La gente tiene ilusión porque volvemos a estar aquí», comenta Delgado. «No nos podemos quejar, estamos viendo que ya va volviendola clientela que teníamos», añade otra de las encargadas,Anna. «Ahora todo eso es un circuito de comercios juntos. Entre todos, nos tenemos que ayudar», concluye Delgado.
Gombau también apela a la unión de los comerciantes como uno de los factores de los éxitos de la vía y es muy optimista con el futuro que les espera. «Antes, en los días festivos, abríamos dos tiendas. Este año hemos abierto prácticamente todas porque veíamos mucho más paso de gente», declara. Incluso se atreve a decir que Canyelles es, en estos momentos, «la mejor calle de Tarragona con muchísima diferencia», pero pide que todo el mundo colabore a mantenerlo y cuidarlo.
«A ver si el año que viene, sin obras, cuando la gente ya se habitúe a pasear por aquí y venga a sentarse en los bancos, la cosa va bastante mejor que ahora. Todos tenemos esta esperanza», concluye Marsal.