Entran a robar en una escuela de danza de Tarragona por segunda vez en tres años

Los propietarios de la escuela de danza Sinhus, en el barrio de la Granja, se encontraron ayer con una inesperada sorpresa. Cuando iban a subir la persiana del local, a las 9 horas de la mañana, esta estaba abierta. También, la puerta del almacén y los cajones de la entrada. El espacio estaba hecho un desbarajuste, cosa que les hizo saltar las alarmas. Al revisar las cámaras de seguridad, constataron el peor de los presagios: habían entrado a robar la noche anterior.

El propietario del negocio, Paco Fiori, detalla que los hechos se produjeron a las 20.45 h. del martes. La escuela estaba cerrada, pero no se había echado la llave a la persiana a la espera de que acabaran de trabajar en el local de Sinhus del lado, donde se imparten clases de kárate. El ladrón, después de comprobar que nadie le estaba observando, abrió la reja, forzó la puerta y entró en el establecimiento. «Se tiene que ser muy sinvergüenza», califica Fiori.

Todavía se está a la espera de que la policía científica de los Mossos d'Esquadra analicen el escenario del robo, pero los propietarios ya han podido constatar que se han llevado un ordenador portátil, un altavoz pequeño y dinero en efectivo.

Además, Fiori señala que en las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de la escuela de kárate se puede ver al individuo pasando por delante cargado con una bolsa de plástico llena a tope, aunque, allí, no se le puede ver bien el rostro.

«Tengo una sensación de impotencia enorme porque no puedo hacer nada», expresa Fiori. El 4 de enero del 2020, explica, ya entraron a robar en la escuela de danza. En aquella ocasión, el ladrón sí que forzó la persiana, pero pudo ser detenido después de que los cuerpos policiales comprobaran las cámaras de seguridad. «Y, ahora, otra vez», lamenta.

Más presencia policial

El propietario de Sinhus señala que los actos vandálicos y los robos son constantes en el barrio y pone como ejemplo que, recientemente, sustrajeron de una farmacia cercana un cofre de jabones valorado en 60 euros. «Nos pasa cada día», denuncia.

Fiori comenta que, incluso, han intentado entrar dos veces en su domicilio en el último lustro, la segunda ocasión «habiendo dos personas dentro». «Imagina la sensación de impotencia e inseguridad que tengo», declara. Es por eso que pide que se refuerce la presencia policial en la calle.

«No son percepciones de los vecinos, necesitamos a la policía a pie de calle. Los niños no pueden ir solos por el barrio a partir de la noche. Lucho cada día para que haya más policías y nos cuiden. No sólo hablo de mí, sino que todo el barrio lo necesita», concluye.