Los Comunes de Tarragona condicionan su abstención al presupuesto a congelar el precio del bus

El Gobierno de Tarragona entra en el tiempo de descuento para aprobar los presupuestos de 2023 y parece que este final de año está siendo de vértigo. La ejecutiva de los Comunes, después de navegar en la negativa en las cuentas propuestas por el gobierno de Pau Ricomà durante un buen rato, finalmente abrió ayer por la noche la posibilidad de abstenerse y facilitar la aprobación tirando una condición: su abstención a cambio de la congelación del precio del billete de autobús. Al cierre de esta edición, los Comunes no habían obtenido ninguna respuesta en firme del equipo de gobierno que, según parece, anoche se negaba a modificar –de cara a la comisión informativa que tiene que celebrarse esta mañana– la propuesta sobre las tarifas de bus que se tienen que debatir en el plenario del viernes, cuando se tienen que someter a votación las cuentas de 2023.

Si el ejecutivo de Tarragona no accede a la petición de los Comunes, estos aseguran que su voto será negativo, cosa que complicaría el camino para la aprobación de las cuentas municipales. Y es que el PSC de Tarragona está, a estas alturas, también instalado en el voto en contra. Su decisión será definitiva y oficial, con toda probabilidad, entre hoy y mañana, según fuentes socialistas.

Así las cosas, si finalmente se agota la vía de los Comunes y se confirma la negativa del PSC, el equipo de gobierno tendrá que explorar nuevas y no será un camino de rosas, ya que tendría que abrir negociaciones con Ciudadanos o quedar en manos de los concejales no adscritos, que se abstuvieron en la comisión informativa.

En caso de no prosperar el presupuesto en el pleno previsto para el próximo 30 de diciembre, el equipo de gobierno se verá obligado a prorrogar las cuentas, con el agravante de que están en juego los fondos Next Generation y los proyectos que dependen de estos.