Un mural de Pardines inmortaliza los 50 años de historias de Sant Pere i Sant Pau
La ilustradora plasma algunos de los elementos característicos del barrio, como los castells o el voleibol
El barrio de Sant Pere i Sant Pau celebró el año pasado su quincuagésimo aniversario. Faltaba, sin embargo, un último regalo, la guinda del pastel. Al final de la avenida de los Países Catalanes, la ilustradora Ariadna Pardines está utilizando una caseta eléctrica como lienzo particular. Llueva o brille el sol, haga frío o calor, a las 8 de la mañana coge los pinceles y se marcha de casa para instalarse ensu nueva oficina, encima de un andamio, para poder culminar laobra magna: un mural sobre los 50 años del barrio.
Hablar de Sant Pere i Sant Pau es hablar de castillos, de voleibol, del monumento a la Sardana. También de suinconfundible skyline. Estos son los cuatro elementos que vertebran la obra de Pardines, un encargo del Ayuntamiento –a través de la Asociación de Ilustradores de Tarragona–, que anhela embellecer las instalaciones eléctricas de la ciudad. Laartista no tardó enaceptar la propuesta. «No quería recargar la pared con demasiados elementos. Crearía unhorror vacui, no sabrías dónde mirar. Yo quería darle color, plasmar los elementos más importantes y característicos del barrio, sin saturar el muro, que pueda respirar», expresa.
Es la primera iniciativa de esta magnitud en que se involucra Pardines y, hasta ahora, asegura que la experiencia está siendo enormemente gratificante. «La gente del barrio se está comportando de manera espectacular. Me traen café para que entre en calor, hablan conmigo... Solo les falta subir al andamio», comenta la ilustradora, que trabaja a contrarreloj para acabar de pintar la parte superior de la caseta, ya que retirarán la infraestructura donde se sube el 10 de enero.
Pardines considera que su mural no es solo un regalo artístico a los vecinos, sino una herramienta para «dar vida al barrio». Antes de la primera capa de pintura, el particular lienzo transmitía una «sensación de dejadez» que «contaminaba los alrededores», en palabras de la ilustradora. «Todo lo que sea dibujar, pintar, dinamizar y dar vida a la ciudad, a un barrio o donde esté, a mí me hace feliz», concluye Pardines.