El Ayuntamiento de Tarragona licita la instalación de 28 cámaras en la Part Alta

La Part Alta contará con 28 cámaras de videovigilancia. El Ayuntamiento de Tarragona sacó ayer a licitación el contrato para el suministro y la instalación de los equipos de seguridad, así como para su gestión, dividido en dos lotes. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 27 de enero. El contrato tendrá vigencia durante tres años y cuatro meses. La consejera de Seguridad Ciudadana, Cristina Guzmán, celebra que la medida «da respuesta a una larga reivindicación de los vecinos y de los comerciantes». La concejala comenta que las cámaras permitirán «reducir los incidentes y los hechos delictivos enla zona», mejorar la sensación de seguridad y ayudar a los cuerpos de investigación «a identificar a los autores de los actos vandálicos». Sin embargo, Guzmán destaca que se trata de una buena noticia también para el patrimonio histórico «que tenemos que preservar».

Los vecinos de la PartAlta se muestran eufóricos con la licitación y desean que la instalación tenga un efecto disuasivo entre los posibles malhechores. «Esta es una manera de adelantarse a los delitos. Si alguien quiere hacer daño y sabe que está siendo vigilado, quizás se lo pensará y se marchará hacia otro lugar», valora al presidente de la asociación de vecinos (AV) de la calle Merceria i Voltants, José López. «Si voy paseando y no hago nada malo, como si hay 50.000 cámaras», añade el portavoz de la AV Part Alta, Manel Rovira.

Los equipos de videovigilancia se instalarán en algunos de los puntos más concurridos del centro histórico, como la plaza de la Font o a pies de la Catedral, pero también en lugares alejados del núcleo turístico, como la plaza dels Natzarenso la plaza Carles Llorach.

Jordi Ferré, presidente de la AV Catedral, se muestra complacido con quese haya convertido en una realidad la petición de controlar espacios más recónditos, que es donde se producen problemas como «tráfico de drogas, ruidos, escándalos y peleas». «Todo eso creaba un ambiente de inseguridad y motivaba que los mismos vecinos colocáramos videocámaras, aunque fueran disuasivas, de mentira», señala.

No obstante, Quim Castellví, de la AV Ara Part Alta, aunque también espera como agua de mayo la instalación de las cámaras, considera que queda una asignatura pendiente de resolver. «Necesitamos policía de barrio y una comisaría fija», concluye.