Las comadronas tarraconenses ven en peligro su relevo generacional
Según una encuesta del CODITA, la mayoría de las profesional trabajan en más de un puesto para asegurar la atención a las mujeres
Nuevas pautas: la primera visita de la comadrona después del parto se podrá hacer en casa
El Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA) ha realizado una encuesta para conocer en qué situación se encuentran las comadronas del territorio. Según Gemma Martínez, vocal de Comadronas de CODITA, «en los próximos 4 años se jubilarán el 17,34% de las comadronas colegiadas en Tarragona (17 comadronas), y tenemos la certeza de que estas plazas no se cubrirán en su totalidad, dado que no se forman las suficientes comadronas para que haya relevo generacional».
Desde el Colegio constatan que la falta de comadronas tiene una afectación directa sobre la atención a la ciudadanía, las condiciones de trabajo, favorece el burnout e incrementa el intrusismo profesional.
Resultados
La encuesta se pasó entre los meses de septiembre y octubre del 2022 y ha sido contestada por el 67% de las comadronas colegiadas. Mayoritariamente trabajan en la sala de partos (52%), mientras que un 47,7% lo hace en Atención Primaria, un 23,1% entre primaria y hospital, un 7,7% trabaja en planta de maternidad, un 4.6% hace docencia y gestión, y sólo un 1% hace consulta privada, parto en casa y online.
Un 70% de las profesionales aseguran que trabajan en más de un puesto de trabajo, cosa que implica que hagan jornadas de entre 37.5 h hasta 60h semanales para asegurar la atención a las mujeres y a las familias.
Además, el 82% explica que en su área laboral se ha reducido el número de comadronas y que, por lo tanto, el 87.7% de alguna actividad asistencial de atención a las personas se ha visto reducida y afectada.
La falta de comadronas hace que tengan más pacientes de las que tendrían que visitar y más tareas asignadas. Una sobrecarga que según el 96% de las encuestadas pone en riesgo la calidad y la seguridad asistencial.
Martínez afirma que «nos preocupa esta sobrecarga que las comadronas están sufriendo porque afecta a su estado emocional, puede poner en riesgo la atención a la población y también supone reducir el acceso a una formación continuada de calidad, que queremos y necesitamos para seguir siendo excelentes en nuestra atención sanitaria».
Según las encuestadas, durante el periodo de vacaciones un 5% de comadronas han tenido que doblar jornada para cubrir las vacaciones de sus compañeras.
Intrusismo profesional
La falta de comadronas también ha supuesto que en algunos servicios se hayan suprimido grupos de educación sanitaria a la población, agendas de visitas o algunos tipos de visitas muy especializadas. Al mismo tiempo, han aumentado las listas de espera y se han ocupado puestos de trabajo propios de las comadronas con otros profesionales, en algunos casos, no lo bastante cualificados para hacer la tarea asignada.
De hecho, el intrusismo profesional preocupa, y mucho, a CODITA. Según la encuesta un 75% de comadronas conocen casos de intrusismo profesional y de las personas que ejercen este intrusismo, el 69% no tiene formación reglada.
Además, el 67% de las comadronas puntúan con más de un 7 (en una escala de 10) su síndrome del quemado o Burnout. «En este contexto, no es extraño que muchas comadronas pidan reducciones de jornada por la saturación de las listas de trabajo, otros se marchan a otros países con mejores condiciones de trabajo e, incluso, algunas se plantean cambiar de profesión», concluye Gemma Martínez de CODITA.
Finalmente, del del Colegio apuestan por aumentar el número de plazas de la especialidad, es decir, que se puedan formar más comadronas, mejorar las condiciones laborales y económicas y favorecer la conciliación familiar.