«¿Si va de cara el PSC? Negociar con la voluntad de no llegar a ningún acuerdo no es ir de cara»

— En el 2022 tuvo que abordar varios temas delicados. ¿Cómo valora el trabajo del gobierno el año pasado? — El 2022 fue un año de presupuestos prorrogados, un año muy intenso, de mucho trabajo para adaptar la economía del Ayuntamiento a la realidad, que ha sido diferente de la de 2021. El presupuesto de 2021 tenías que evolucionarlo y adaptarlo a las circunstancias, lo que ha comportado un gran trabajo. Principalmente, para aprobar dos grandes modificativos de crédito y, después, otros modificativos adicionales que pretendían responder a aquello que la ciudad necesita. En este sentido, se tiene que valorar también la buena labor de los técnicos municipales.

— ¿Y cómo valora todo lo que ha supuesto trabajar en el nuevo contrato de la limpieza?

— En cuanto al contrato de la limpieza, el primer reto era presentar un pliego innovador, con una estructura de control, que es el gran cambio que desde el gobierno se propone. Eso no es nada extraño, pero es un modelo al que no estamos acostumbrados. Este pliego ha quedado desierto para la no comparecencia de las muchas empresas interesadas inicialmente y, en estos momentos, lo que se está haciendo es trabajar para ver qué adaptaciones se tienen que hacer para que se puedan presentar.

— ¿Ya se saben cuáles serán algunas de estas adaptaciones?

— Todavía no. Lo que se ha hecho ahora es un trabajo de consultas con las empresas. Los técnicos están teniendo reuniones y estoy a la espera de que acaben de pulir una propuesta a fin de que pronto podamos dar salida a una nueva propuesta y sacar el contrato a concurso público.

— ¿Cree que llegarán a tiempo para evitar una prórroga del actual?

— Es muy posible que se tenga que prorrogar. Todos los trámites administrativos son lentos, pero trabajamos intensamente para tener una propuesta sólida tan pronto como se pueda.

— Los trabajadores de FCC, la adjudicataria del contrato actual, se han manifestado dos veces en el plenario por los pliegos del nuevo. ¿Qué opina?

— No se entiende.

— ¿Cree que existen intereses ocultos detrás?

— Espero que no. Y no se entiende porque ellos tienen garantizado el puesto de trabajo y un aumento salarial. Además, hace poco aprobamos una subida importante del actual pliego que les garantiza las subidas salariales... Este gobierno siempre les ha tratado como un personal esencial para la ciudad. Lo hicimos durante la pandemia, cuando no aplicamos ningún ERTO, sino todo lo contrario, ya que siempre había media plantilla de guardia en casa sin trabajar, pero cobrando. Evidentemente, todo eso se llevó a cabo con las garantías que se exigieron a la empresa para que no hubiera contaminaciones víricas. Y conseguimos que no hubiera. Una de las preocupaciones era tener a los conductores enfermos. Era crucial que la plantilla estuviera sana, motivo por el que se tomaron las medidas pertinentes y se la cuidó. No acabo de entender que ahora, cuando el comité de empresa aplaudía con ganas el nuevo pliego, de sopetón, tengan esta actitud.

— ¿Yno tiene, como mínimo, alguna teoría de lo que ha podido pasar?

— No se entiende... O mejor dicho: no se puede entender. No lo entiendo porque no se puede entender. Además, publicamos las cartas con toda la correspondencia, donde todo era fantástico, pero ahora tienen una actitud que no tiene sentido.

— ¿Se prevé actualizar la estructura de costes?

— Se está estudiando.

— Tanto en el tema del contrato de la limpieza como en el de los presupuestos se ha encontrado resistencia. ¿Cree que, en la ciudad, aparte de los grupos municipales, hay otros colectivos con intereses políticos?

— Evidentemente, como cualquier sociedad, todo el mundo puede tener sus intereses. La cuestión es si vas de cara o no. Los lobbies existen. Y los lobbies, que no son otra cosa que agrupaciones de personas que defienden un determinado interés, tienen que registrarse e ir de cara. Expresar este interés e influir, pero hacerlo con transparencia. Lo que no es aceptable es hacer acciones de resistencia sin ir de cara. En Europa, concretamente en Bélgica, hay oficinas que son lobbies de diferentes sectores empresariales y están registrados, se reúnen y expresan sus intereses abiertamente.

— Entonces, ¿considera que ciertos colectivos de la ciudad no actúan con transparencia en temas políticos?

— Lo que digo es que no puedo hacer caso de las resistencias si no van de cara. Si van de cara y plantean sus intereses de manera directa, hablaremos, les atenderemos y estudiaremos y valoraremos sus propuestas. En función del interés general y de la política del gobierno, entraremos a trabajar.

— No obstante, hay grupos políticos que sí que están registrados, como el PSC, desde donde comentan que el gobierno no valora sus propuestas. ¿Es así?

— ¿Va de cara el PSC? Si quieres negociar, tienes que hacer propuestas que perfectamente puedan ser realizables y tener una voluntad clara. Presentar propuestas o hacer ver que negocias no es ir de cara. Irían de cara si dijeran que quieren hablar de varios temas y concentrarnos en acciones que interesan. Si no vas de cara, no hay debate posible. Y negociar con la voluntad previa de no llegar a ningún acuerdo no es negociar.

— ¿Cree que lo que ha pasado en torno a los presupuestos y la limpieza puede perjudicar al actual gobierno de cara a las elecciones?

— Los presupuestos se han aprobado, ¿verdad? Y, a pesar de haber estado este año con presupuestos prorrogados, si preguntas a la gente de la calle, muchos tarraconenses ni siquiera sabrían si los presupuestos eran prorrogados porque no han notado que la situación les afectara de manera muy directa. La gestión económica y presupuestaria no creo que tenga ninguna consecuencia electoral. O todo lo contrario, ya que, a pesar de las circunstancias (la inflación, la crisis energética o el incremento de combustibles), todo se ha resuelto. Por lo tanto, la gestión económica, con todos estos inconvenientes, ha sido de matrícula de honor.

— De esta manera, ¿cree que la ciudadanía lo valorará y así lo demostrará enlas próximas elecciones?

— Espero que sí. La ciudadanía es soberana para decidir si quiere un gobierno valiente que promueva un cambio, bajo el liderazgo de Pau Ricomà, quien está demostrando que es un gran alcalde porque ha sabido liderar toda esta operación a pesar de las resistencias y los inconvenientes. Mucha gente nos decía que no saldríamos adelante, que íbamos destinados al fracaso total, pero hemos demostrado que se equivocaba. No es petulancia, o podría serlo, pero suerte que estamos. Suerte que hemos estado en momentos de tantas dificultades.

— ¿Quiere decir que, si hubiera otro gobierno, habría sido diferente?

— Otro gobierno, con las dinámicas que habían en los últimos años, nos hubiera dirigido a situaciones muy complicadas, ya que otros partidos siempre han estado pensando en clave electoral. Nosotros no pensamos en clave electoral. Porque si lo haces así, dejas de hacer aquellas cosas que se tienen que hacer.

— Con respecto al presupuesto, al final pactaron con En ComúPodem. ¿Qué actuaciones que contemplaban desde el gobierno tuvieron que suprimir para encajar sus propuestas?

— Ninguna. Con respecto a las propuestas de ECP, podíamos estar de acuerdo con el cien por cien, sin embargo, para que aquellas propuestas fueran realizables, lo importante era elcómo. En el qué ya había coincidencia, pero teníamos que desarrollar la manera a fin de que las ideas fueran posibles. Aunque tú quieras una cosa, si no sabes como hacerlo, no saldrás adelante. Averiguar cómo conseguirlo implicaba hablar de cantidad de dinero, estrategias, limitaciones presupuestarias... Haces el análisis y, con todo, empiezas el proceso de negociación.

— ¿Entonces no se ha tenido que sacar dinero de otro lado?

— No, se ha tenido que encajar todo. Encajar no era difícil si se aceptaban las limitaciones y las reglas de juego administrativas. A partir de aquí, hay un proceso para sacar conclusiones y llegar a un acuerdo de la mejor manera posible.

— ¿Podría volver a haber un gobierno formado por Esquerra Republicana y En Común Podem? ¿Se sentiría cómodo?

— Comodísimo. Cómodo con todos los socios que hemos trabajado: Junts, la CUP, Hermán Pinedo [consejero no adscrito] y ECP. Estaremos cómodos en un gobierno formado por personas que tengan mirada amplia para hacer posible la evolución de Tarragona.