Seguridad
El Gobierno confirma la instalación de 575 sensores de componentes tóxicos en Tarragona
A partir del 1 de febrero, Protección Civil se encargará de enviar las alertas de emergencias a los móviles en caso de accidente químico
El consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Ignasi Elena, confirmó ayer que la petroquímica de Tarragona acabará el año con 575 sensores de toxicidad, 175 en el polígono norte y 400 en el sur. Estos detectarán, en un alcance de 46,5 kilómetros, posibles escapes de ocho componentes químicos diferentes: dióxido de azufre, óxido de etileno, sulfuro de hidrógeno, cloro, amoníaco, cloruro de hidrógeno, fosfeno y acrilonitril.
«Con estos habrá una segunda barrera, de las mayores que se conocen actualmente, por si falla la detección por parte de las mismas empresas». Esta es una de las medidas previstas en el marco del PLASEQTA para el 2023. El consejero de Interior aseguró que todavía se tiene que licitar el proyecto y se tienen que buscar los espacios donde se colocarán, pero que la instalación de más de medio millar de sensores de toxicidad se efectuará antes de finalizar el año. Durante el 2022 ya se hizo una prueba piloto, cuando en enero se colocaron 56 dispositivos, pero sólo detectaban dos componentes, cloro y sulfuro de hidrógeno. Por otra parte, también se instalarán dos sirenas más en la Pineda, uno de los elementos más importantes en caso de emergencia química para poder avisar a la población.
En este sentido, uno de los cambios que habrá a partir del 1 de febrero será el traspaso de la gestión del sistema de alertas de emergencias en los teléfonos móviles en el Gobierno, que actualmente gestiona el Estado desde Madrid. Protección Civil pasará a ser el encargado de enviar los avisos.
No sólo en casos de emergencias químicas, sino también en otros como, por ejemplo, inundaciones: «Se enviarán cuando sea una emergencia y se tenga que dar instrucciones a la ciudadanía, como confinarse o evacuar algún lugar». «Hacerlo sólo en casos graves le da realmente valor e impacto», añadió.
Elena valoró positivamente que quien gestionará el sistema de avisos será «quien coordina la gestión de las emergencias». «La proximidad es lo que garantiza mayor eficacia», afirma. Por otra parte, el consejero adelantó que para ponerlo a prueba, se harán cuatro simulacros. Tendrán lugar en cuatro meses consecutivos y en diferentes puntos del territorio.
En el PLASEQTA también se contempla una inversión de 450.000 euros para la campaña de información a la ciudadanía, para que tengan conocimiento de las estrategias que tienen que llevar a cabo durante un accidente. También se hará esta campaña en los polígonos para los trabajadores de aquellas empresas pequeñas que no tienen obligación de tener planes de autoprotección.
El simulacro en el polígono norte, a finales de 2023
Después del simulacro de accidente químico que se llevó a cabo el pasado 2 de noviembre en el polígono sur, a finales de 2023 llegará el turno del norte y de las poblaciones que hay alrededor. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, explicó que se están decidiendo «las condiciones del nuevo simulacro», ya que se tienen que tener en cuenta las características que presenta esta zona: «Es otra realidad con respecto a industrias y localidades».
El consejero valoró muy positivamente lo que se llevó a cabo el año pasado, a la espera de hablar con los vecinos. La comparecencia de Elena en el edificio CAT112 de Reus ha tenido lugar justo la misma semana que se produjo justo hace tres años el trágico accidente de Iqoxe.
«La finalidad de todas estas medidas, los nuevos elementos y los avisos, son para que la ciudadanía se sienta segura y sepan que si pasa alguna cosa se enterarán y sabrán qué hacer». El consejero concluyó que la campaña de información es un «ejercicio muy necesario».