Movilidad
Las obras del parking disuasivo de la Floresta se iniciarán antes de junio
El Ayuntamiento prioriza el proyecto, que incorporará árboles y una superficie adecuada para absorber el agua
El Ayuntamiento de Tarragona trabaja para empezar las obras del aparcamiento disuasivo de delante del campo de fútbol de la Floresta antes de que acabe el mandato. Al mismo tiempo, está redefiniendo el proyecto previsto inicialmente a fin de que la superficie absorba mejor el agua de la lluvia y evite un calor abrasador en verano. También se incluirán pequeñas zonas verdes con árboles con el fin de generar sombra e iluminación para dar una mayor seguridad a los usuarios. Actualmente, el espacio que ocupará el equipamiento, que podría tener en torno a 500 plazas, es un descampado del suelo donde aparcan vehículos particulares. «Hay varios problemas y, cuando hablas con los vecinos de la zona, explican que se enfanga cuando llueve y está oscuro y, por lo tanto, inseguro. Hay un cierto desorden y se llevan a cabo actividades incompatibles con un entorno residencial. Se ve abandonado», pone de manifiesto el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig.
Puig asegura estar trabajando el proyecto de manera consensuada con la asociación de vecinos, con la que se reunirá en los próximos días para explicar la propuesta final. «Queremos que nos den su opinión porque no se trata de imponer nada», expresa.
El proyecto inicial preveía que se asfaltara el espacio, pero, según consideran desde el área de Territorio, puede ser un error poner pavimentación dura porque, de esta manera, se dificultaría el drenaje del agua de la lluvia. «Eso puede tener incidencia, por ejemplo, en las casas de la calle del Río Siurana», expone el consejero.
Otro de los objetivos de la modificación de la iniciativa es paliar el calor en verano en este «espacio muy expuesto al sol», tal como apunta Puig. De esta manera, el Ayuntamiento finalmente ha decidido utilizar para la superficie el tot-u, un material más blando y poroso formado por arena y áridos que queda compactado y, cuando llueve, evita que se genere barro.
La intervención también contempla otras mejoras, como la iluminación. «Queremos que deje de haber oscuridad y todo el mundo se pueda sentir seguro», comenta Puig. Al mismo tiempo, allanará y se nivelará toda la parcela y se incorporarán zonas verdes, con árboles que generen sombra y, así, paliar los efectos de las elevadas temperaturas en verano. «Plantaremos un buen número de árboles en determinados puntos estratégicos, también para dar una imagen de más verdor y de menos dureza», detalla el consejero de Territorio y Movilidad en referencia a los criterios medioambientales del futuro equipamiento.
El consistorio ya tiene financiación para sacar adelante el proyecto y le dará máxima prioridad, según afirma el mismo Puig: «Intentaremos que antes de que acabe el mandato estén, como mínimo, iniciadas las obras. Queremos que se perciba que vamos seriamente, ya que, además, tenemos financiación». El consejero del Ayuntamiento también señala que se trata de una reivindicación de hace muchos años: «Los gobiernos anteriores hacían promesas sobre la creación del nuevo aparcamiento, pero nunca se hicieron realidad».
Este equipamiento ampliará el número de disuasivos en la ciudad, de la misma manera que el de la calle de Guillem Oliver, de nueva creación. En esta línea, avanzan las obras de ampliación del parking del paseo Torroja, que pasará a tener 349 plazas. Además, hace dos meses se inauguró la parte ampliada del aparcamiento del paseo de la Independencia, donde también se generaron plazas naranjas (antes blancas) delante de la Tabacalera.