Equipamientos
La calle del Mar de Tarragona tendrá un albergue juvenil para el programa Sostre 360º
El nuevo equipamiento podrá acoger a 14 jóvenes vulnerables mayores de edad que se encuentren sin hogar
Después de la puesta en funcionamiento durante el último año de los dos pisos de transición y del centro de día, Tarragona dispondrá de otro equipamiento para personas sin hogar. Concretamente, será un albergue juvenil situado en la calle del Mar que se integrará dentro del servicio Sostre 360º, un programa de acompañamiento personalizado a jóvenes vulnerables mayores de edad que viven en la calle. La Generalitat impulsó este proyecto a principios del 2021, pero una vez acabada la prueba piloto, el Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona (IMSST) se ha hecho cargo. «Tenemos carencias importantes en la ciudad porque no tenemos ni albergue ni comedor municipal, de momento tenemos que ir supliéndolo con estos nuevos equipamientos», afirma Inés Solé, consejera de Servicios Sociales del Ayuntamiento, quien asegura que «la mejor manera de luchar contra el sinhogarismo es ofreciendo techo, que es lo mínimo para tener una vida digna». El nuevo albergue podrá acoger hasta 14 personas. «Algunos de los jóvenes del programa están en una habitación alquilada o en alguna pensión», comenta Antonia García, coordinadora del proyecto y del Punto de Atención para Personas sin Techo (PASS).
Desde Sostre 360º, que está formado por cuatro educadores, «quiere trabajar de forma integral con ellos, desde la parte jurídica y de documentación, hasta la manutención», detalla García. Apunta, sin embargo, que el alojamiento es uno de los servicios más importantes: «Lo primero que necesitan es poder vivir en un lugar estable, es básico».
La coordinadora explica que el programa tiene una duración de tres años y que espera que durante este periodo puedan ayudar a más jóvenes, aparte de los que ya están. Además, recalca la importancia de trabajar con este colectivo: «Si no lo haces antes de que se hagan grandes, se cronificarán en el sinhogarismo», advierte.
Durante el otoño de este 2023 se volverá a hacer un recuento de personas que duermen en la calle y se podrá confirmar si continúa la dinámica ascendente de los últimos años. El primero se hizo en el 2017 y se contabilizaron a 43 personas. En el 2019 subió hasta las 70, y en el último recuento del 2021, se detectaron 77. «El año pasado se abrió expediente a 183 personas, mientras que en el 2021 fueron 152. Pero en el albergue de la FundacióBonanit calculan que, por término medio, pasan 500 al año», indica García con respecto al aumento del sinhogarismo.
Por otra parte, la coordinadora del PASS denuncia «la necesidad urgente de un equipo de salud mental que trabaje en la calle, como hacemos enServicios Sociales». «Un 25% de las personas sin hogar tienen problemas de esta índole y no se está dando respuesta a esta situación», concluye.