Sanidad
Una comadrona de la Xarxa Santa Tecla de Tarragona: «Nuestro sector está en la UCI y no sé si remontará»
El 70% de las comadronas se ven obligadas a trabajar en más de un lugar para garantizar la atención sanitaria
El Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA) alerta de la situación «crítica» que viven las comadronas de la demarcación ante la falta de personal. Aseguran que, actualmente, el 70% de las profesionales se ven obligadas a trabajar en más de un lugar para asegurar la atención a las mujeres y a las familias. Su portavoz, Gemma Martínez, lamenta que hace años que arrastran esta problemática, pero que ahora, con el aumento de las jubilaciones, se ha convertido en «insostenible». Por su parte, una de las comadronas de la Xarxa Santa Tecla de Tarragona, Maite Subirats, considera que «el sector está en la UCI» y se muestra preocupada ante una posible desaparición de la profesión.
Actualmente, Cataluña cuenta con una ratio de comadronas de 1,8 para cada 10.000 habitantes, aunque la ratio recomendada por los países europeos que forman parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es del 3,2. Se trata de la mitad de comadronas que cada centro sanitario tendría que tener para poder ofrecer su servicio al conjunto de la ciudadanía.
Por este motivo, el 70% de las comadronas del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre se ven obligadas a trabajar en más de un lugar– sala de partos, atención primaria, docencia, hospitales, entre otros – y en algunos casos llegan a superar las 60 horas semanales, según apunta la última encuesta llevada a cabo desde el colegio.
El estudio también destaca que esta falta de personal ha provocado la reducción de cerca del 90% de algunas de las actividades asistenciales. Según las encuestadas, los servicios que se han visto más afectados han sido la disminución del tiempo de acompañamiento a las mujeres durante el parto y postparto, la desaparición de la figura de la comadrona en las plantas de maternidad, así como la reducción de las horas de asesoramiento y educación sanitaria con respecto a los temas ligados a la lactancia, la menopausia, la preparación al nacimiento, entre otros.
Según la vocal comadrona del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA), Gemma Martínez, «no se forman suficientes profesionales» para cubrir todas las vacantes y poder asegurar el relevo generacional. Una problemática a la que ahora se suma el alud de jubilaciones que se producirán en los próximos cuatro años. Según Martínez, se trata de un 17,34% de las comadronas que, actualmente, están colegiadas en la demarcación de Tarragona. Además, desde el colegio están convencidos de que «estas plazas no se cubrirán en su totalidad».
Alud de jubilaciones
La preocupación es compartida por el conjunto de las trabajadoras de la demarcación. En Tarragona, Maite Subirats, comadrona de la Xarxa Santa Tecla, se muestra bastante crítica con la situación que vive el sector. «Siento que mi profesión está en la UCI y no sé si la remontarán», lamenta Subirats. Considera que «costará bastantes años» que se formen los profesionales «suficientes para poder sustituir a toda la gente que se jubilará» y pide a las administraciones que «busquen una salida» para poder formar a un mayor número de comadronas «en pocos años».
Por otra parte, Subirats también denuncia que «la figura de la comadrona siempre ha estado poco valorada» y que eso ha propiciado un mayor intrusismo laboral. De hecho, según la encuesta del CODITA, un 75% de las comadronas de la demarcación conocen algún caso de intrusismo profesional y en el 69% de los casos, la persona en cuestión no tenía ninguna formación reglada.
Síndrome del trabajador quemado
La situación «límite» que viven las comadronas desde hace años ha comportado que el 67% de estas tengan el síndrome del trabajador quemado. «En este contexto, no es extraño que muchas comadronas pidan reducciones de jornada o se marchen a otros países con mejores condiciones laborales o, incluso, se planteen cambiar de profesión», explica la vocal del CODITA, Gemma Martínez.
Por todo ello, desde CODITA aseguran que «están trabajando conjuntamente con otros colegios de enfermería de Cataluña, asociaciones y el Consejo General de Enfermeria, para que las administraciones autonómica y estatal pongan solución a esta problemática» que consideran que «en breve será insostenible» y que tendrá «consecuencias sobre la salud de las personas».