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Medio ambiente

El cultivo de viña volverá a ocupar los terrenos próximos al Pont del Diable

El área de Medio Ambiente iniciará este año el proceso de contratación del proyecto, que comprende unos 750 metros cuadrados

Els cultius s'ubicaran a la finca municipal del Parc Ecohistòric del Pont del Diable.

El cultivo de viña volverá a ocupar los terrenos próximos al Pont del DiableGerard Martí

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«Hay diferentes maneras de gestionar la masa forestal. Una sería recuperando el paisaje agrario del Camp de Tarragona, y que, al mismo tiempo, estos cultivos sirvan de cortafuegos». La consejera de Medio Ambiente, Eva Miguel, define así la idea de una de las propuestas enmarcadas dentro del proyecto Greenbelt'26: la recuperación del cultivo agrario de viña en la finca municipal del Parc Ecohistòric del Pont del Diable. El Ayuntamiento de Tarragona iniciará este año el proceso de contratación con el fin de hacerla realidad. La intención del área de Medio Ambiente, que acaba de definir la iniciativa al detalle, es introducir viñas en un área de unos 750 metros cuadrados. «Estas zonas, que antes eran campos de cultivo, están abandonadas y la masa boscosa las ha invadido», expresa Miguel.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 26.540 euros y está financiado con fondos europeos Next Generation, de la misma manera que las otras actuaciones del Greenbelt'26, como la retirada de la plataforma del Miracle o la naturalización de la laguna del parque de la Anella Mediterrània.

Miguel subraya la importancia de dar continuidad a la gestión de este cultivo: «En el 2026 se acaba el fondo Next Generation, pero estos cultivos tienen que tener un sentido y un mantenimiento más allá. Cuando haces un proyecto, tienes que pensar cómo lo seguirás gestionando. Por este motivo estamos intentando establecer la estrategia para que todo continúe después del 2026». Una de las claves de la incorporación de la agricultura es que los campos también sirvan como franja de prevención de incendios.

Con respecto al mantenimiento, la concejalía de Medio Ambiente está trabajando en diferentes alternativas a llevar a cabo con otras instituciones, como el Patronato Municipal de Turismo, interesado en participar en la iniciativa. «Queremos vincular el cultivo con proyectos de investigación que otorguen un valor añadido a la visita al Pont del Diable», comenta Miguel.

Tal como defiende el consistorio, esta propuesta se ejecuta como experiencia demostrativa. «Ojalá pudiéramos realizar otras iniciativas en esta misma línea, en las tierras fértiles que tenemos cerca del Francolí y en la Horta Gran, quenos permitiría caminar hacia una soberanía alimentaria como ciudad», argumenta Miguel.

Ahora, el área de Medio Ambiente se focaliza en la serie de acciones comprendidas en el Greenbelt'26, pero no cierra la puerta en un futuro a favorecer el desarrollo de la actividad primaria en otras zonas de Tarragona. «Consideramos que puede ser muy interesante, dada la situación de emergencia climática, que la concejalía de Medio Ambiente camine para acá en los próximos años», pone de manifiesto la consejera. «Recuperar la imagen de paisaje agroforestal nos permite no sólo hablar de la Anella Verday la Blava, sino también de la AnellaGroga», comenta.

Aparte de la agricultura, el consistorio no abandona la idea de fomentar la recuperación de la ganadería. «Son diferentes estrategias desde el punto de vista de la gestión forestal. Introducir la ganadería en torno al Pont del Diable es complejo», explica Miguel. «Teníamos localizada la ubicación para generar la estructura para poder estabular, para que las cabras pudieran tener un lugar seguro», añade.

La inversión comprendía la rehabilitación de una masía municipal y ofrecer un contrato atractivo para que un pastor quisiera desarrollar su actividad. «Pedir a alguien que lo deje todo para venir a hacer un experimento supone un riesgo», señala Miguel, quien afirma que la propuesta no acabó ejecutándose a causa de la no aprobación de los presupuestos de 2022.

Greenbelt'26

La subvención de 3,3 millones de euros para el Greenbelt'26 permitirá hacer diferentes acciones de renaturalización en torno a la ciudad, como eliminar estructuras artificiales de la playa Llarga con la finalidad de favorecer la restauración dunar o fomentar la biodiversidad en el Parc de la Muntanyeta del barrio de Sant Pere i Sant Pau.

La Anella Mediterrània, el Miracle o el río Gaià son algunos de los lugares en los cuales se harán intervenciones, así como en torno al Pont del Diable, donde también se ordenarán caminos y vías de acceso en el Parc Ecohistòric y se restaurarán solos erosionados a derecha e izquierda del acueducto de las Ferreres. Además, se propiciará la aclaración del Comellar de Mas d'en Granell y las torrenteras de Sant Pere i Sant Pau, con la intención de establecer franjas boscosas de mayor resiliencia y potencial ecológico.

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