Núria Jové, una voz que chilla fuerte

Con sólo seis años, Núria Jové Ricomà ya pintaba las paredes de casa. Los padres, buscando dar una salida a aquella ansia creativa, inscribieron a la hija en el taller de Àngel Pomerol y Dolors Molas. «Ellos fueron mis padres de la pintura», asegura Núria. Ahora, a punto de hacer los 23 años, esta joven tarraconense está estudiando Bellas Artes en Valencia y acaba de presentar su primera exposición individual, Arbreda, en su ciudad, Tarragona. El acto de inauguración se hizo ayer miércoles por la noche en el PatiJaume I del Ayuntamiento, el espacio que acogerá su obra durante tres semanas para que los ciudadanos la puedan conocer.

La muestra recopilael trabajo de Núria realizado, en su mayoría, durante el año 2022, durante un viaje a Escocia. El artista hizo una estancia Erasmus el primer semestre del año pasado, que tuvo como resultado la mayoría de pinturas ahora expuestas en Tarragona.

«Los estudios que sigo en Valencia son muy académicos, y eso está bien, pero cuando llegué a Escocia, me encontré todo lo contrario: me ofrecieron un espacio donde trabajar y me propusieron que a finales de abril les presentara alguna cosa. Eso me dio una libertad increíble», explica Núria.

Sin pensar que, una vez acabada la estancia, se tendría que llevar toda la obra de vuelta a España, la tarraconense aprovechó la oportunidad de disponer de un taller para hacer cuadros de grandes dimensiones. El resultado se puede ver en el PatiJaume I, donde sólo entrar el visitante se encontrará los primeros tres cuadros abstractos fruto de esta liberación física y artística.

«Soy muy explosiva y trabajo con muchos colores, tengo una parte loca, nada meditada, y me gusta probar a ver qué pasa», admite Núria. En estas probaturas se encontró pintando con mucha agua, y dejando que la misma pintura hiciera su camino por la tela. «Cuando me separé de aquellos cuadros, vi que aquello que había goteado y chorreado había formado una especie de árboles, como si de alguna manera se hubieran formado bosques a partir de la caída, en un renacer, crecer y morir».

En otro ámbito de la exposición Núria muestra una serie de pinturas figurativas donde aparece ella misma, desnuda. «Nunca había estado sola fuera de casa, pero en Escocia entendí que nunca estaría sola del todo, porque siempre estaría yo, como una persona a quien quiero conocer y estar bien», reflexiona la artista. El resto de la exposición incluye también algún grabado y otras arboledasque pintó después de volver, y que son «más meditativas, hechas con los pensamientos más tranquilos».

Núria admite que le choca «ver cuadros que pintó en Escocia expuestos enTarragona», a la vez que admite que es un contraste que le gusta. También confía en que esta exposición sea una especie de «reencuentro» con su ciudad, que al fin y al cabo «es donde nace todo».

Arbreda se podrá visitar en el PatiJaume I del Ayuntamiento de Tarragona hasta el próximo domingo 19 de febrero. La entrada es gratuita y las obras expuestas están en venta.