PATRIMONIO
Una comida funeraria paleocristiana y una lectura dramatizada empiezan el centenario del hallazgo de la Necrópolis en Tàrraco
El MNAT confía en que las obras en el Museu de la Necròpolis empiecen este año y toda la rehabilitación se termine para el 2026.
Una comida funeraria paleocristiana y una lectura dramatizada han empezado este domingo los actos para conmemorar el centenario del hallazgo de la Necròpolis en Tàrraco. Se trata de uno de los cementerios mejores conservados de todo el imperio romano descubierto en 1923. Durante todo el año, se han programado actividades para reivindicar este conjunto funerario, con especial énfasis en el festival Tarraco Viva. En relación con la inversión de siete millones de euros de los fondos europeos para rehabilitar el Museu Nacional de Arqueologia de Tarragona (MNAT) y el Museu de la Necròpolis, la directora del equipamiento, Mònica Borrell, se ha mostrado confiada que las obras de la cubierta de este último centro empezarán este año y que el conjunto de los trabajos se terminen para el 2026.
Un pan con una señal de cruz, el pescado como símbolo del cristianismo y el huevo de codorniz condimentado para representar la resurrección. Son los platos principales que han formado parte del banquete que se ha servido este domingo al mediodía en la Necròpolis de Tarragona, coincidiendo con la inauguración de los actos para rememorar la efeméride de su hallazgo. Este menú se preparaba durante el 'silicernium', también conocido como la comida que culminaba los ritos funerarios de la época paleocristiana. La empresa ¡KuanUm! ha sido la encargada de preparar más de sesenta degustaciones, siguiendo las recetas originales para transportar en el tiempo a los asistentes.
Con estas dos actividades se ha dado por iniciado el año de conmemoración del centenario del descubrimiento de la Necròpolis tarraconense, un yacimiento «único que ha aportado muchísima información para conocer la Tàrraco romana». Así lo afirma la directora del MNAT, Mònica Borrell, quien señala que este es el primer gran cementerio de los cristianos romanos. A pesar de la relevancia patrimonial de estos restos, competir con el resto de atractivos históricos de la ciudad no es fácil. «El patrimonio de Tarragona compite entre sí. Es muy difícil competir con la Part Alta, no por la parte romana, sino por la medieval, la moderna, la actividad cívica y comercial... sin embargo, el valor de la Necrópolis es incuestionable», ha subrayado Borrell.