Territorio
El Ayuntamiento de Tarragona cerrará el acuerdo del traslado de la CLH en menos de un año
Las dos partes se muestran interesadas en hacer viable la operación, que tendría un coste de entre 30 y 40 millones de euros
El Ayuntamiento de Tarragona confía en llegar en menos de un año a un acuerdo con Exolum (nombre de la antigua CLH desde el 2021) para su traslado. En el 2020, el Tribunal Supremo tumbó el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) vigente a raíz del recurso presentado por la empresa porque el consistorio omitió un trámite sustancial. Ahora, el Ayuntamiento pretende solucionar la situación para aprobar el nuevo POUM. «Hemos hecho encuentros y seguimos buscando soluciones para que se marchen de donde están ahora, por una cuestión de seguridad, de acondicionamiento del desarrollo urbano de Tarragona y de estética y para regenerar el otro lado del Francolí», expresa el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. La intención de la administración local es generar vivienda en el sector donde se encuentra la empresa dedicada a los hidrocarburos actualmente, al lado del cauce del río.
El nuevo POUM contempla renovar la zona del polígono Francolí y entorno y cambiar los usos de algunos de sus espacios. «Queremos que haya un ecobarrio que pueda combinar equipamientos, residencia, centros tecnológicos y de investigación e industria de baja intensidad, ingredientes para construir un barrio increíble y que ya está en buena parte urbanizado», detalla Puig.
De esta manera, la venta de los terrenos y la promoción de pisos permitiría a Exolum obtener el capital económico suficiente para hacer asequible su traslado. No obstante, la actuación implica la cesión al Ayuntamiento de un 10% de los terrenos y de los viales, las plazas y las zonas verdes que también se incorporarán al sector.
La plusvalía que generará el desarrollo urbano resolverá una de las dos dificultades del traslado: la financiación. La segunda cuestión es la nueva ubicación, un aspecto que es competencia de la misma compañía. Sin embargo, el emplazamiento tendrá que estar cerca del rack, entre el Port de Tarragona y el Morell. «Hay que buscar un sitio lejos del núcleo urbano habitado. Tienen que estar a una distancia segura con respecto a cualquier población», resume el consejero de Territorio.
Puig se muestra optimista ante el interés de las dos partes en resolver la situación actual: «Nosotros conocemos su problema y ellos conocen el nuestro. Estamos hablando en buena sintonía». Las normas de planeamiento urbanístico subsidiarias, que se impulsaron urgentemente después de la caída del anterior POUM, caducan en el 2024, el año previsto para la aprobación definitiva del nuevoen trámite.
Si no se aprobara, la ciudad tendría que volver al POUM de 1995, queperjudica tanto a Tarragona como a Exolum. La previsión es llegar al acuerdo definitivo en menos de un año para que la empresa pueda empezar a hacer los preparativos. Y cuando sea vigente el nuevo POUM se podrá marchar.