Territorio
La Part Baixa de Tarragona pide la pacificación de calles, zonas verdes y abrirse al mar
El Ayuntamiento presenta los resultados de las encuestas, rutas y talleres realizados en el marco del proceso participativo del plan integral del barrio
El Ayuntamiento de Tarragona presentó ayer los resultados de la diagnosis y del proceso participativo del Plan Integral de la Part Baixa. La constitución del Grupo Impulsor con entidades representativas de la zona, las 395 encuestas realizadas, los talleres deliberativos y las rutas exploratorias han servido para recoger las demandas de mejora de la calidad del espacio público, entre las cuales se encuentran ampliaciones de aceras y la eliminación de barreras arquitectónicas, la pacificación de calles (como la de Orosi), la creación de ejes verdes y potenciar las conexiones con el centro y la fachada marítima.
El proceso participativo empezó el pasado noviembre y ha durado hasta este marzo, con el objetivo de recoger las necesidades y propuestas de los residentes en la zona. A partir de aquí, el equipo redactor del plan, formado por TerritorisXLM y BCQ Arquitectura Barcelona, trabajará en la elaboración del plan de acción que recogerá la estrategia para la regeneración urbana y la revitalización del barrio. «Este plan servirá como hoja de ruta de los próximos años para el Gobierno de Tarragona», explicó el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. La aprobación definitiva del plan está prevista para el próximo otoño.
Helena Cruz, de la empresa TerritorisXL, puso de relieve la situación actual del barrio del Port y las propuestas recogidas de la ciudadanía. En este sentido, los vecinos apuntan que hoy día hay carencia de equipamientos y echan de menos centros cívicos, un cine y un teatro, entre otros. El proceso también ha hecho constar que hay que incorporar más iluminación, así como otras medidas para mejorar la seguridad y el espacio público. En esta línea, se estudiará la creación de parques infantiles y de zonas y ejes verdes, con la finalidad de hacer crecer los puntos de encuentro y estancia.
A raíz de todas las ideas recibidas, la consultora del procedimiento ha definido cuatro ámbitos prioritarios en los que existe una oportunidad de transformación: el área comprendida entre la plaza dels Infants, la Fábrica Chartreuse, la calle Zamenhoff y los Jardins Vapor; el área del Teatro Romano, las termas y las naves de su entorno; la fachada marítima de la plaza dels Carros hasta la plaza de la Pedrera y la estación; y la plaza del General Prim y los alrededores del Palau Firal. También detalla la calle Apodaca y la calle Reial como dos ejes con potencial de cambio.
Con respecto al urbanismo, la ciudadanía considera necesario ampliar aceras y eliminar barreras arquitectónicas, especialmente en las calles Apodaca y Reial, y crear plataformas únicas, como se ha proyectado en Orosi, donde empezarán las obras después de Semana Santa, tal como recordó el alcalde, Pau Ricomà. Precisamente, las calles del Mar, de Apodaca y la Reial son algunas de los propuestas por los vecinos para pacificar y dar protagonismo al peatón por encima de los vehículos.
La movilidad es uno de los puntos más relevantes a la hora de abordar el plan integral y así se ha constatado con las demandas de los vecinos, que han solicitado elaborar un estudio de movilidad específico, poner más reductores de velocidad y aprovechar los solares vacíos (22, la mayoría de propiedad privada) para generar aparcamiento. En cuanto a la conexión con el centro, dos tercios de los encuestados coinciden en que es regular o mala.
Por otra parte, los tarraconenses piden generar más polos de atracción que permitan dinamizar el tejido comercial a partir de espacios de ocio, artísticos o con equipamientos de referencia. Paralelamente, indican que hace falta una estrategia de reactivación de bajos comerciales que contribuya, ya que hoy día hay 229 locales vacíos. Según los datos recopilados, el 70% de las personas encuestadas hace las compras cotidianas en el barrio, pero, para las de ocio, hogar, ropa y complementos, el 90% acostumbra a salir fuera.
Otras reclamaciones vecinales son la regulación de los apartamentos turísticos, de los que actualmente hay 9 por cada 100 habitantes. Al mismo tiempo, se puso de relieve la cantidad de edificios patrimoniales en la Part Baixa en desuso que se tendrían que rehabilitar, como los Magatzems de Muller y el edificio del número 8 de Santiyán. Sobre esta cuestión, los ciudadanos piensan que sería buena idea generar circuitos turísticos. La falta de cajeros automáticos y el riesgo de inundabilidad son otros dos de los aspectos que preocupan a los vecinos.
El estudio realizado en paralelo a la recogida de propuestas apunta que la Part Baixa tiene una población más envejecida que otras partes de la ciudad y que también cuenta con menos niños, aunque también hay más gente en edad de emancipación. Además, en total, en el barrio hay 43 asociaciones de diferentes tipos.
Ahora, el equipo redactor analizará la viabilidad de las propuestas hasta octubre antes de definir el plan de acción, donde se detallarán las acciones integradas. «Hace falta un compromiso con el barrio del Port, por el que vale la pena hacer una apuesta firme que permita que sea un revulsivo de todo el centro, de la misma manera que Isla Corsini y la Rambla Nueva, con la finalidad que el centro lata más fuerte», resumió Puig. «Es un proyecto de futuro para la ciudad que nos implica a todos», añadió Ricomà.