Movilidad
El carril bici llegará a Doctor Mallafré y a Pont i Gol con las obras del Joan XXIII
La ampliación del hospital comportará la creación de un nuevo tramo financiado por la Generalitat
La Generalitat de Catalunya financiará la creación de un nuevo tramo de carril bici. El proyecto, consensuado con el Ayuntamiento de Tarragona, está vinculado a las obras del nuevo Hospital Joan XXIII y pretende ofrecer más alternativas de movilidad en torno al centro sanitario. Por este motivo, las calles del Doctor Mallafré Guasch y del Arquebisbe Josep Pont i Gol estrenarán carril bici.
«La construcción del nuevo Joan XXIII es una operación de una gran envergadura, la inversión más grande que hay en la ciudad ahora mismo. Cuando se hacen proyectos de este tipo lo más normal es que también se piense de qué manera el equipamiento se conectará con el entorno», reflexiona el concejal de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. En esta línea, los visitantes del centro también podrán hacer uso del aparcamiento disuasivo que se está construyendo en la calle de Guillem Oliver, que tendrá 380 plazas.
Por otra parte, y con la intención de promover la movilidad sostenible, se generará este nuevo tramo ciclable continuo entre el principio de la calle del Doctor Mallafré, que enlaza con la rotonda de la N-240, y el final de Pont i Gol pasando por la plaza de las Corts Catalanes. «Nuestro equipo técnico está hablando con el del proyecto para pactar una buena conexión desde el punto de vista de la movilidad sostenible, activa y saludable», relata Puig.
Ahora mismo, está en estudio el diseño de este carril bici. En el caso del Doctor Mallafré, se plantean diferentes alternativas, cómo eliminar una línea de aparcamiento, sacar uno de los cuatro carriles de circulación o hacer una fórmula similar a la de la avenida del Marqués de Montoliu, donde el carril central tiene un sentido u otro dependiendo del tramo.
Con respecto a Pont i Gol, la actuación podría ser más sencilla y seguir la misma línea que la de Pere Martell. Es decir, ubicar el paseo para bicicletas y patinetes entre la acera y las plazas de aparcamiento (que se desplazarían hacia uno de los carriles de circulación). De esta manera, sería un espacio segregado de la calzada, cosa que otorgaría seguridad a los usuarios.
Estos dos tramos enlazarán con el futuro que se generará a partir de la urbanización del Plan Parcial 1 (PP-01), que a su vez conectará con el de avenida de Andorra (que se creará en los próximos tres meses), el de circunvalación del centro y el resto de tramos que confluyen en la plaza Imperial Tàrraco. «Y en un futuro también sería deseable que toda la Rambla tuviera carril bici, desde la plaza de las Corts Catalanes hasta el Balcó del Mediterrani», expresa Puig. Así, se continuaría la cohesión de toda la red para la movilidad sostenible.