Laboral
Los profesionales del SAD en Tarragona reclaman el complemento salarial por la covid
En 2020, el Ayuntamiento de Tarragona aseguró que es la Generalitat quien debe gratificar económicamente al personal sanitario
«Todo el mundo que se dedica al campo sociosanitario ha recibido pagas por el covid, menos nosotros. ¿Es que somos de segunda división?», lamenta Imma Folch, presidenta del comité de empresa del Servicio de Atención Sanitaria (SAD) de la Xarxa Santa Tecla. Los trabajadores del SAD reclaman que todavía no han recibido el complemento de productividad extraordinario, por el esfuerzo hecho durante la pandemia, que se les había prometido en el 2020.
Desde el comité de empresa recuerdan que, aquel año, el Ayuntamiento aprobó una moción que instaba a la Generalitat a incluir a los profesionales del servicio municipal como colectivo de pleno derecho a percibir este plus salarial: «Se comprometieron con nosotros, pero han pasado más de dos años y nadie nos ha pagado».
Folch explica que, en las reuniones que mantuvieron con el Ayuntamiento, «se planteó la opción que lo pagaran ellos y después reclamara el dinero a la Generalitat, como se ha hecho con un montón de subvenciones». Los trabajadores del servicio municipal ya hicieron este reclamo a finales del 2020 y recibieron respuesta del consistorio, que explicó que es el gobierno catalán quien tiene que gratificar económicamente al personal sanitario que estuvo contacto con el covid.
«Nosotros no pertenecemos a la Generalitat, estamos subcontratados por el Ayuntamiento. Trabajamos para el Instituto de Servicios Sociales de Tarragona y son ellos los que nos marcan los domicilios y los objetivos», indica la presidenta del comité de empresa, quien afirma que es responsabilidad del consistorio que los profesionales del SAD reciban este complemento salarial.
«Reclamamos el dinero y también reconocimiento, porque no nos hemos sentido bien tratados. Somos trabajadores invisibles que tratamos a los invisibles», expresa Folch. Desde el comité remarcan que fueron los únicos que, durante la pandemia, siguieron yendo a domicilios a atender personas: «Poníamos en riesgo nuestra salud y el de nuestras familias».
«Dábamos un servicio imprescindible y, además, a los colectivos más vulnerables, que no tenía nadie que pudiera llevarles los medicamentos o la comida», detalla. Folch ha aprovechado también para reconocer que hay que trabajar para dignificar las condiciones de los trabajadores del SAD: «Han mejorado mucho, pero todavía tenemos un sueldo precario». Por otra parte, remarca que también están expuestos a posibles agresiones, ya que se encuentran solamente en un domicilio.
Incertidumbre por la licitación
La decisión de la Xarxa Santa Tecla de no presentarse a la nueva licitación delSAD«preocupa» a algunos trabajadores.«Hace unos años, la empresa que gestionaba parte del servicio dejó de pagarnos y fuimos a juicio», explica Folch, quien añade que «con la Xarxa tenemos la seguridad que cada mes cobraremos». «La gente tiene miedo a lo que es desconocido, pero desde el comité de empresas nos esforzaremos para que se respeten los derechos de los trabajadores», afirma.