Urbanismo
El cambio climático, los espacios naturales y la movilidad centran las demandas para el nuevo POUM de Tarragona
El proceso participativo cierra con 436 participantes y una quincena de talleres
El cambio climático, la mejora de la movilidad y la recuperación de los espacios naturales sueño las demandas principales de la ciudadanía de Tarragona para la redacción del nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM). Así lo han evidenciado los 436 ciudadanos que desde el pasado 8 de noviembre han trasladado sus inquietudes y propuestas en alguno de los dieciséis talleres organizados.
La ampliación de la Anilla Verde ha sido el proyecto mejor valorado, seguido de la incorporación del tranvía y el desvío de las mercancías por el interior. Por otra parte, el bypass este, como alternativa de desvío de la Alta Velocidad, ha sido el que ha recogido más valoraciones negativas. El consistorio prevé la aprobación inicial del POUM a finales de año.
El concejal de Territorio del Ayuntamiento de Tarragona, Xavier Puig, ha destacado que el nuevo POUM será muy distinto al anterior, ya que «han cambiado muchas cosas» desde 2013, cuando fue aprobado.
«El anterior POUM se redactó al amparo de los valores nominales de la burbuja inmobiliaria; era un momento, en el que el urbanismo era algo de expertos y la gente no participaba, las cosas se hacían en despachos y los valores de la sociedad eran otros», ha remarcado. El concejal ha celebrado que en la actualidad el pensamiento de la ciudadanía vaya en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De hecho, a la pregunta «cuáles son los valores que deberían caracterizar a Tarragona en el futuro», la ciudadanía ha manifestado su voluntad de que la ciudad se convierta en sostenible y vinculada a la naturaleza. También destacaron la conectividad y cohesión entre el centro y los barrios, así como la accesibilidad y la cultura.
Los responsables de la empresa Raons, encargada del estudio, han organizado las respuestas en cuatro grandes ejes: ciudad capital de territorio, ciudad cohesionada, ciudad en transición verde y ciudad socialmente equilibrada.
Ciudad capital de territorio
Dentro de este eje, el consistorio ha puesto a debate diferentes cuestiones en torno al desvío de mercancías, así como al conjunto del sistema ferroviario, la estación de tren o el tranvía.
En cuanto al desvío de las mercancías por el interior, la respuesta ha sido unánime y nadie ha votado en contra. Los tarraconenses también quieren que se promueva la intermodalidad entre medios de transporte – tren, tranvía y bus – y que se libere el frente de vías.
Por otra parte, se ha valorado positivamente la propuesta del bypass norte con la creación de una estación en Horta Gran que conecte posteriormente con las vías norte - La Secuita -, pero se rechaza el bypass este que prevé la creación de soterrar la estación en la plaza Imperial y conectar, posteriormente, con las actuales vías de la costa.
En este eje se contemplan también las actividades turísticas que deberían limitarse y tener bien reguladas. De hecho, preguntados sobre el modelo económico de atracción de actividades en la ciudad, la población ha destacado fomentar aquellas actividades vinculadas a la cultura y al ocio, así como aquéllas con bajo impacto ecológico e innovadoras.
En cuanto al patrimonio cultural, el consistorio asegura que existe consenso sobre la necesidad de proteger y conservar el patrimonio a la vez que se apuesta por reconocer caminos y rutas patrimoniales. En esta línea, el uso cultural de edificios emblemáticos también es una reivindicación generalizada.
Ciudad cohesionada
En este eje, la ciudadanía ha valorado positivamente la nueva centralidad de la Horta Gran, aunque se han recogido demandas de colectivos ecologistas y otros participantes de mantener este espacio libre de construcciones. En cualquier caso, el proceso participativo ha evidenciado la necesidad de fomentar la cohesión entre el centro y los barrios de Ponent.
También se propone el crecimiento en otras zonas de la ciudad como los sectores de levante, así como aquellos que cohesionen Sant Pere i Sant Pau, la Arrabassada y el centro. Una parte de los participantes también apuesta por reducir las áreas y centrarse en la rehabilitación y el aprovechamiento de edificios vacíos.
Ciudad en transición verde
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la ciudadanía de Tarragona ha valorado muy positivamente la ampliación de la Anella Verda, así como la mejora de su conexión con zonas, como Sant Pere i Sant Pau y Sant Salvador. Los participantes del proceso también consideran necesaria la creación de un parque agrourbano en las inmediaciones de la Horta Gran. Respecto al entorno del Río Francolí, el proceso participativo ha evidenciado una unanimidad en su transformación en parque fluvial.
En relación al transporte, se ha apostado por ampliar aparcamientos disuasorios, así como por limitar el vehículo privado en determinadas zonas como la Part Alta. La mejora del transporte público municipal es otro de los puntos más señalados por la población tarraconense, así como la mejora y ampliación de las zonas peatonales y carriles bici.
Ciudad socialmente equilibrada
Finalmente, y con el objetivo de conseguir una ciudad más socialmente equilibrada, la ciudadanía ha trasladado diversidad de propuestas en torno al fomento del comercio de proximidad, la limitación de la restauración y sus terrazas en la Part Alta, la creación de espacios de juego infantil, mayor conexión entre los barrios, así como favorecer la igualdad mediante la iluminación urbana e incorporar la accesibilidad universal en el futuro diseño urbano, entre otros.