El turismo deportivo atrae a 5.526 visitantes a Tarragona durante la Semana Santa

Tarragona ha recibido estos días de Semana Santa a 5.526 visitantes a raíz de la celebración de diferentes competiciones deportivas. El campeonato de España de minibaloncesto (celebrado en el Palau d'Esports y en Salou) y el torneo de waterpolo HaBaWaBa, así como la estancia de un club de atletismo de Dinamarca y otro de natación de Alemania, han llevado a Tarragona pequeños atletas, familias y técnicos de todo el país y de Europa que han aprovechado estos días para conocer la ciudad y otros lugares de la Costa Daurada. El retorno económico aproximado para el territorio es de 2 millones de euros.

El minibaloncesto ha atraído a unos 600 deportistas y técnicos y a unos 2.400 familiares, mientras que el HaBaWaBa ha contado con la participación de 550 niños y técnicos y 1.925 acompañantes. El torneo de waterpolo se ha celebrado en la piscina Sylvia Fontana de la Anella Mediterrània.

«Es la primera vez que vemos el mar Mediterráneo», explicaba Antonio Fernández, padre de una jugadora de la selección autonómica de Galicia de baloncesto de entre 10 y 12 años. La mayoría de participantes en el torneo de minibaloncesto se marcharon ayer al finalizar la competición, que empezó el sábado pasado. También ha sido la primera vez en Tarragona de Agustí Gavilà, abuelo de uno de los ganadores de la final de la categoría masculina.

Gavilà, vecino de Dénia, aprovechó la ocasión para conocer el patrimonio cultural e histórico de Tàrraco. «Dénia también es una de las ciudades más antiguas del Mediterráneo. Me marcho satisfecho del viaje». Con la familia, paseó por la Part Alta y fue a ver el Anfiteatro, aunque aseguraba que uno de los aspectos que más le ha gustado es «el trato con la gente».

José Manuel Niebla, integrante del equipo de la Comunidad de Madrid, también expresó que le había gustado el Anfiteatro, aunque se quedó sorprendido al ver que las vías de tren estaban tan cerca. «Es curioso que por el lado de un monumento como este pasen los trenes», señaló. Durante la estancia también aprovechó para visitar el casco antiguo. Por otra parte, Piedad Rueda, una de sus compañeras de la expedición de Madrid, relataba que había notado la llegada de la Semana Santa y de la primavera: «Las calles están llenas y hay un ambiente festivo».

El campeonato de minibaloncesto también trajo turistas a otras ciudades de la Costa Daurada. Algunas familias se alojaron en Cambrils y otros en Salou, la otra sede de la competición. «En Salou no he encontrado la percepción de pueblo mediterráneo», opinaba Fernández, en la misma línea que los miembros de la selección de Madrid. «Está más masificado. Se nota que es más un turismo de fiesta», relataban.

El mismo Fernández señalaba que había disfrutado más de Cambrils: «Tiene un puerto precioso». Al mismo tiempo, se quedó con las ganas de ver la parte romana de Tarragona. «Volveré para ver el patrimonio. Soy un fanático del Canal Historia», añadía.

Otros, como el matrimonio formado por Roberto Goicoechea y Maria Jesús Calvo, de Zaragoza, ya habían visitado antes Tàrraco. «Tenemos un apartamento en Cambrils y venimos de vez en cuando desde hace años. Siempre pasamos por la Part Alta. El casco antiguo es muy bonito», explicaban.