Asociaciones
Todos en Azul busca financiación en Tarragona para ampliar el servicio a personas con TEA
La asociación, que cuenta con una psicóloga y un integrador social y atiende a 29 familias actualmente, tiene gastos superiores al dinero que ingresan
La asociación Todos en Azul se ha convertido en un apoyo fundamental para las familias con personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA). Después de cuatro años desde que iniciaron su actividad, el pasado mes de septiembre la entidad inauguró su local social.
«Ha supuesto un cambio radical» asegura el presidente de Todos en Azul, Juan José Caravaca, quien detalla que están atendiendo a 29 familias actualmente. «Es todo un éxito teniendo en cuenta que abrimos el centro hace pocos meses», afirma. Eso sí, no está siendo un camino de rosas, sobre todo con respecto al aspecto económico: «Estamos buscando financiación de todas las maneras posibles, pero no está siendo nada fácil».
Caravaca explica que los únicos ingresos que recibe la asociación vienen de lo que pagan las familias por los servicios que ofrecen. El presidente lamenta que no hay ninguna institución que los dé apoyo económico con alguna subvención. La entidad está pagando unos 3.000 euros mensuales, que «es una cifra superior a lo que ingresamos».
Hay que tener en cuenta que la asociación tiene una psicóloga y un integrador social contratados, personal cualificado para hacer el acompañamiento a las personas con TEA y las familias. Por esta razón, Todos en Azul está buscando desesperadamente alguna vía de financiación que pueda garantizar la continuidad de su actividad: «La gente hace donaciones y, a veces, hacemos algún acto solidario, pero eso sólo nos permite pagar un mes o dos».
Por otra parte, admite que contar con más dinero les permitiría llegar a muchas más familias. Habría la possiblitat de contratar a más profesionales y abrir más días y horas y el local. De momento, sólo pueden ofrecer servicio del lunes al viernes, de 16 a 20 horas.
Eso sí, Caravaca remarca que si alguna familia pide una cita por la mañana, también se le da respuesta. Por otra parte, el presidente de la entidad sueña con una sede social mayor en el futuro: «Ojalá se pueda hacer realidad, ahora tenemos un espacio muy reducido donde sólo podemos atender a cuatro personas por hora. Nos permitiría trabajar con más niños y adultos, y no dar un servicio a medias».
Talleres adaptados
Todos en Azul ofrece un espacio educativo para personas con TEA, donde podrán encontrar actividades adaptadas a sus necesidades. Los socios de la asociación, que cuenta con unos 200, pagan 15 euros/hora. Eso sí, tienen la opción de una tarifa mensual de 150 euros (con un máximo de 17 horas). Caravaca descarta aumentar los precios porque «son familias vulnerables y no tienen que pagar costes tan altos». De hecho, dejar a un niño a un centro privado, ronda los 50 o 70 euros/hora. El presidente de Todos en Azul defiende que el servicio que ofrecen en el centro «tiene que ser accesible para todo el mundo».
Jessica Garcia lleva sus hijos, Leo y Mía, a la sede social, en el barrio de Torreforta. Ambos tienen TEA y «los encanta ir, trabajan diferentes cosas según sus necesidades, como el habla, la movilidad o la socialización». Garcia agradece que la asociación ofrezca este servicio: «En casa también trabajamos estas cosas con los niños, pero, al final, no somos profesionales».
La entidad organiza talleres específicos adaptados. Caravaca destaca que algunas empresas externas ofrecen actividades de musicoterapia, yoga o peluquería. Por otra parte, están impulsando un proyecto socioeducativo, que busca la integración de los niños en los centros escolares. «Trabajamos para que puedan socializar con otras personas», detalla. Durante los veranos, ofrecen un centro de verano, que es muy solicitado. De hecho, el año pasado, unas cien familias se quedaron fuera.