Limpieza
La aprobación del contrato de la limpieza de Tarragona se votará 'in extremis' antes de las elecciones
Pasará antes por la comisión informativa de este viernes para llevarlo al plenario del 28 de abril
La aprobación del pliego de cláusulas del contrato de la limpieza podría llegar in extremis. El primer paso para que sea así se producirá este viernes, en la comisión informativa de Desarrollo Económico y Contratación, donde se determinará si el futuro del contrato más caro del Ayuntamiento se someterá a la decisión del Consejo Plenario –si los votos en contra no lo impiden, tendría que ser así–. De esta manera, la votación llegaría en el pleno ordinario del 28 de abril, el que podría ser el último del mandato, si no convocan otro en mayo, justo antes de las elecciones.
El Gobierno quiere cerrar un proceso que se ha convertido en un auténtico calvario. Después de dos décadas con el mismo contrato, en septiembre del año pasado, el Gobierno aprobó uno nuevo. Este salió a licitación, pero quedó desierta. Desde entonces, el Ayuntamiento está trabajando para que pueda volver a salir a concurso público. Pocas semanas después de encajar este duro golpe, el alcalde, Pau Ricomà, indicaba que hablarían con las empresas del sector para concretar las modificaciones que había que hacer en el pliego de condiciones.
Finalmente, el Gobierno modificó la estructura de costes para favorecer la presentación de ofertas. Se amplió de nuevo a diez años del contrato para obtener mayor flexibilidad en la amortización de la maquinaria. Al mismo tiempo, el coste del mantenimiento pasó de fijo a variable y se incrementó en 189.000 euros el importe anual del contrato, que, de esta manera, llegaría a los 21,08 millones de euros. Estos cambios se acabaron aprobando en plenario gracias a la abstención de los comunes.
El equipo de gobierno, que quiere aprobar e iniciar la licitación del contrato de la limpieza, pretende jugarse las cartas un mes antes de los comicios del 28 de mayo. Desde la oposición, sin embargo, gran parte de los grupos municipales han mostrado durante los últimos meses su preferencia para parar la licitación del contrato hasta pasadas las elecciones, cuando se forme el nuevo gobierno.
Una idea que comparten desde el comité de empresa de FCC, actual adjudicataria del servicio de la limpieza, que creen que perderán masa salarial con la nueva contrata. Por estos motivos convocaron huelga para Semana Santa, que acabaron echando atrás. Jordi Fortuny, concejal de Limpieza, aseguraba, sin embargo, que esta tenía «motivaciones políticas».