El registro de testamentos vitales aumenta un 216% en cuatro años en Tarragona

La ciudadanía es cada vez más consciente de la importancia de protegerse jurídicamente. Durante el 2022, en Tarragona, 900 personas firmaron ante un notario la declaración de voluntades anticipadas, según el último Observatorio Notarial de Cataluña. Esta cifra supone un incremento del 216% con respecto al 2018, cuando sólo se registraron 285.

Este documento, también conocido como testamento vital, permite dejar por escrito qué cuidados recibir uno en caso de enfermedad incurable e incapacitante. El crecimiento de las voluntades anticipadas se ha producido sobre todo en el 2022, justamente el primer año completo de vigencia de la ley de la eutanasia, que se puso en marcha el 25 de junio del 2021.

«La gente ahora es más previsora y eso ha hecho que en las notarías el registro de voluntades anticipadas haya aumentado tanto en los últimos años,» indica Andrés Valdés, miembro de la junta del Colegio Notarial de Cataluña y representante en Tarragona.

En el 2022, en Tarragona, se firmaron un 45% más de testamentos vitales con respecto al año anterior (620), 11 puntos porcentuales más que la media estatal (34%). Lo cierto es que el año pasado se alcanzaron cifras récords. Del total de voluntades anticipadas gestionadas en el Estado durante el 2022, un 61% se autorizaron en Cataluña.

La eutanasia y la pandemia

«Lo suele hacer gente de edad avanzada, aunque hay de todo», explica Valdés, quien añade que «depende de la situación personal de cada persona, quizás alguien sufre alguna enfermedad o dolor desde hace tiempo y quiere ser previsor». Los mayores de edad, con capacidad suficiente y de manera libre, pueden firmar este documento.

El testamento vital se inscribe en el Registro de Voluntades de los Departamentos de Salud, para que conste en el registro clínico de la persona que se encuentre en una situación en la que las circunstancias que concurran no le permitan expresar personalmente su voluntad.

«En este documento puedes pedir que te proporcionen los paliativos necesarios para no sufrir dolores, decidir si quieres dar órganos o dejar por escrito si quieres ser incinerado». En este documento, uno también puede designar a un representante que pueda tomar estas decisiones.

Uno de los principales motivos del crecimiento de estos años, según Valdés, es la entrada en vigor de la ley de la eutanasia. Eso sí, apunta que no es el único. Indica que también se puede asociar a la reforma de la legislación civil y procesal para el apoyo de las personas con discapacidad del 2021, «con la nueva regulación, el paradigma ha cambiado».

Por otra parte, apunta que el impacto de la pandemia en la sociedad ha jugado un papel importante en el incremento de los testamentos vitales: «La gente está más concienciada después de haber vivido situaciones personales con familiares o amigos de los que han muerto durante aquel tiempo». «Vista la evolución que llevamos, creemos que las voluntades anticipadas seguirán aumentando», expresa Valdés, quien afirma que «la gente quiere decidir por ella misma».