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La reducción de las terrazas del tramo final de la rambla de Tarragona vierte a los hostaleros a perder beneficios y personal

Los establecimientos del primer tramo de la Rambla Nova calculan que han dejado de ingresar en torno a un 10% de la facturación

Diferents establiments tenen permís per ocupar un espai de la primera coca de la Rambla Nova.

La reducción de las terrazas del tramo final de la rambla de Tarragona vierte a los hostaleros a perder beneficios y personalGerard Martí

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Los hostaleros del primer tramo de la Rambla Novalamentan las consecuencias de la reducción de las terrazas de la parte central. En junio del 2022, el Ayuntamiento les comunicaba que se restringía el espacio a seis mesas. Diez meses después y en las puertas de la nueva temporada de verano, explican que han tenido que recortar la plantilla y han perdido beneficios. Los negocios apuntan que la facturación ha bajado en torno al 10%.

Si bien el incremento de precios durante el último año ha hecho aumentar el gasto en las materias primas, la reducción del espacio de terraza ha acentuado más el mal momento de la hostelería, tal como señalan los negocios de la Rambla Nova. «Si hace diez años la situación hubiera sido la misma, quizás no me habría compensado invertir para abrir y obtener unos beneficios tan pobres», comenta el responsable del Bocois, Javier Pinedo, quienexpone que ahora «no se nota la diferencia» entre el invierno y el verano con respecto a clientes.

En el caso del Bocois, tuvo que recortar la plantilla en dos personas y, este verano, tampoco prevé tener nuevas incorporaciones para afrontar la temporada turística: «Como mucho, cogeré un refuerzo en días puntuales». Pinedo calcula que la facturación se ha reducido entre un 10 y un 15%.

Además, se tuvieron que trasladar las mesasalotrolado de la Rambla Nova, ya que el decreto obligaba a ubicarlas todas al mismo lado. «Es más complicado porque la distancia entre el local y la terraza es mayor», manifiesta Pinedo. El propietario considera que, en la Rambla Nova, hay suficiente espacio para poder ubicar otra hilera de mesasmás y poder llegar a las 12.

Rafael Muñoz, de la geladeria Sirvent, también opina que disfrutar de una pizca más de espacio no molesta a los peatones, aunque acepta que «las terrazas tienen que estar controladas». En Sirvent, se redujo la plantilla en un empleado y las ventas cayeron un 10%, según calcula. «El gobierno, para que Tarragona no se convierta en una ciudad dormitorio, tiene que buscar la manera de dar alegría en las calles», manifiesta Muñoz.

Por su parte, la gerente del restaurante Capuccino, explica que también tuvieron que prescindir de una persona para ofrecer el servicio habitual y que han tenido en torno a un 7% de pérdidas. «Ahora llega el verano y estaremos igual que el año pasado si no hay terraza», expresa Regina Cañellas. Y añade: «Hay sitiosde la ciudad donde la terraza impide el paso y se tiene que reducir, pero no es el caso de la Rambla Nova».

Fuentes municipales aseguran que la medida pretende compatibilizar la actividad económica de los restaurantes con el uso ciudadano del espacio público. Por este motivo, ahora el Ayuntamiento está preparando una ordenanza que regule las terrazas en toda la ciudad. Para llevarla a cabo, aparte de las comisiones realizadas con las formaciones políticas y los técnicos municipales, también se ha abierto un proceso participativo a la ciudadanía, que cerró el pasado 1 de abril. Vecinos, hostaleros y todo el mundo que quisiera pudieron responder la encuesta habilitada, que recibió 590 respuestas. Sin embargo, el gremio de hostaleros señaló que era «muy tendenciosa». Y, por su parte, Cañellas cree que la mayoría de los participantes habrá sido gente en contra de las terrazas.

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