Natàlia Ferré, manos que hacen brotar vida

Las cabezas de seis mujeres modeladas con gres ocupan el espacio central del taller que la ceramista y escultora Natàlia Ferré tiene en el Port Esportiu de Tarragona. Es un espacio diáfano, luminoso y con el desorden propio de un taller en activo. Allí, la artista tarraconense tiene algunas de las piezas más reconocidas de su obra –figuras de mujeres estiradas, el modelo de la estatua de Jaume I que hay en Salou o las figuritas de niños y niñas en actitud distendida o juguetona. En medio, sin embargo, y ocupando el espacio principal, hay obra que rompe con la temática y los materiales hasta hace pocos años asociados a Natàlia. «Antes hacía pieza más comercial, y me gusta y pienso que es importante hacer, pero ahora intento hacer un trabajo que tenga un poco más de discurso detrás», explica señalando a las cabezas de mujer. Estas piezas, que todavía tienen que pasar por el horno, formarán parte de una exposición que la ceramista está preparando para uno de los Tinglados del Port de Tarragona, y que se inaugurará en el mes de septiembre. «El material acompaña la obra», subraya, detallando que la cerámica le permitía hacer rostros con una mayor pureza, mientras que el gres que está utilizando ahora «no necesita ninguna cubierta, con la tierra sola ya tiene bastante fuerza». El artista, que es muy conocida también por la galería y tienda que tiene en Montblanc, ha empezado a experimentar también con materiales como la fibra de vidrio–«los resultados son muy buenos y muy modernos»-, el bronce con que hizo las estatuas que hay instaladas en varios espacios de Salou, o la resina y la cera, con la que está experimentando para dar forma en pequeñas figuras femeninas con aires de diosas de la antigüedad.

En esta transición artística, Natàlia también ha pasado de los cuerpos estirados a las figuras femeninas voluptuosas, desnudas y modeladas al natural a partir de mujeres reales.

Todo este trabajo Natàlia lo complementa con cursos y talleres. «Son un complemento que me permite hacer animaladas como estas», bromea señalando sus trabajos más recientes. En realidad, sin embargo, admite entusiasmada que «estas sesiones me aportan mucho, y me parece que a las personas que las vienen a hacer, también». A día de hoy Natàlia tiene en marcha un curso de busto –«qué se hace en horario intensivo el fin de semana y que resulta muy bonito»-, otro de figura en plancha y uno de figura con modelo al natural –«este es muy interesante, aunque es para personas que saben un poco más». De cara a en septiembre, la ceramista y escultora prevé ampliar la oferta con cursos trimestrales, que se harían en sesiones de un día a la semana.

Ahora, sin embargo, su principal ocupación gira en torno a la obra que presentará en la exposición del Tinglado por Santa Tecla. «Hablaré de diosas, de mujeres y de granadas», adelanta Natàlia, sin querer revelar mucha cosa más.