Constantes peleas y robos en la calle de Orosi preocupan a los vecinos

A falta de que empiecen definitivamente las obras de adecuación de la calle de Orosi, los locales y vecinos de la zona afirman que en el barrio se producen «constantemente» peleas y robos. Según los mismos propietarios de los establecimientos y algunos testigos, este problema sucede «desde hace mucho tiempo».

Por este motivo, reclaman al Ayuntamiento y a los cuerpos de policía de la ciudad más presencia y vigilancia en esta calle, y esperan que, de paso, el problema quede resuelto una vez se acaben las obras de renovación de la vía, en la que se prevé que tengan una duración de cuatro a seis meses.

«Con el poco tiempo que llevamos aquí, ya hemos visto algunos robos y nos hemos enterado de que ha habido palizas durante las noches. Es una pena que en una calle como esta, tan cercana a la estación de tren y a escuelas, pasen estas cosas», explica Laura Dimate, una de las propietarias de una tienda de alimentación de la calle. Estos hechos, según algunos vecinos del barrio, no son una novedad.

«Hace muchos años que vivo aquí, y puedo asegurar que es una cosa que pasa desde hace tiempo. En esta calle, sea por la razón que sea, se relaciona un tipo de gente muy diferente entre sí y que muchas veces va bebida, y eso causa problemas. Sin ir más lejos, hace pocos días en un bar de esta calle había un hombre a las 10 de la mañana con un cuchillo, y tuvo que venir la policía», afirma Manel Molina, vecino del barrio.

Más presencia policial en la calle

A raíz de eso, tanto los establecimientos de la calle como los mismos vecinos del barrio reclaman al Ayuntamiento y a los cuerpos de policía más presencia en esta zona. «Nos intentaron robar justo hace un par de semanas. Llamamos a la policía pidiendo ayuda, pero no apareció, y tuvimos que solucionarlo por nuestra cuenta. Hace tiempo que esperamos más vigilancia policial en esta calle, ya que no es la primera vez que nos pasa. Por la seguridad de todos, sean familias con sus niños pequeños, los turistas que sólo al salir de la estación de tren lo primero que ven es eso, o la gente que vive en la zona, hace falta más seguridad en este espacio», comenta Joana González, trabajadora del Cafè Vintage.

Las circunstancias actuales hacen estar siempre alerta a la gente que vive allí y pasa diariamente. «El lunes por la noche me desperté por unos gritos que oía desde mi cama , bajé y vi que era un hombre al que le habían dado una paliza», revela otro vecino de la zona, «eso nos causa inseguridad a la hora de salir a la calle». Como posibles soluciones al problema, tanto los vecinos de la calle de Orosi como los propietarios de los establecimientos coinciden en el hecho que tener de forma permanente un coche de policía en la entrada de la calle vigilando reduciría gran parte de estos incidentes.

Las obras empezarán en breve

Después de años de espera –los trámites para la redacción del proyecto definitivo se iniciaron en junio del 2020–, los trabajos de remodelación de la calle de Orosi están más cerca que nunca. La empresa Acsa Obres i Infraestructures es la encargada de la obra de pavimentación, que incluirá la creación de una plataforma única para vehículos y peatones, el soterrado de todas las líneas aéreas, la renovación del alcantarillado y la introducción de nuevo arborizado, jardinería y mobiliario urbano. Las obras están enmarcadas dentro del Plan Integral de la Part Baixa que está desarrollando el Ayuntamiento de Tarragona, y tienen una duración prevista de cuatro a seis meses, con un presupuesto total de 559.911,27 euros.

Que las obras empiecen sobre estas fechas, implica que se extenderán hasta finales de verano, como mínimo. Esta situación no gusta a dos establecimientos de restauración de la calle, como son el bar ariMMarc y la cafetería Exprés. «Es muy mala suerte que, con el tiempo que se lleva esperando las obras, justo empiecen ahora en verano, cuando habrá más turismo y justamente no podremos tener las terrazas fuera en la calle», expresó el propietario de la cafetería Exprés.

No disponer de la terraza, es un hecho que preocupa a ambos locales, pero tal como afirman desde el bar ariMMarc, no tienen previsto cerrar ni un solo día durante los meses que duren las obras. «Ya nos cuesta llegar a final de mes con la terraza fuera, imagínate cuando no la tengamos. Nos tendremos que adaptar y esperar a que todo se termine rápidamente». De todos modos, a pesar de la actual situación que vive la calle, tanto sus locales como los vecinos, concuerdan en que, una vez las obras estén acabadas y la vía pase a ser para peatones, «se dará mucha más vida a una zona bastante dejada de lado».