Cultura
Las corales tarraconenses acusan la falta de nuevos cantores
Desde la Coordinadora piden que se abran espacios en la ciudad para que los coros no tengan ningún problema a la hora de encontrar un lugar donde ensayar
La falta de relevo generacional preocupa a las corales de Tarragona. Aunque no se trata de un problema nuevo, lo cierto es que este se ha agravado en los últimos años. Una de las principales razones es la falta de coros infantiles y juveniles. «Es necesario que haya iniciativas que permitan a los niños y jóvenes cantar juntos, la gente de 15 años no tiene ganas de ir a un grupo donde la media de edad es de 50», asegura Montserrat Ríos, presidenta de la Coordinadora de Corals de Tarragona.
Ríos atribuye esta problemática a otros motivos, como que los jóvenes que estudian música en un conservatorio, lo hacen aprendiendo a tocar un instrumento, no a cantar. Por otra parte, indica que las nuevas tecnologías han hecho cambiar los intereses de la juventud. En este sentido, destaca que «el tema del deporte ha avanzado mucho, antes ya muchos se decantaban por esta vertiente, pero ahora la dedicación es superior». Eso hace que tengan menos horas libres para dedicar a otras aficiones como el canto. Lo han notado diferentes entidades como el Cor Ciutat de Tarragona, que este curso ha tenido que anular las actividades semanales de los Rossinyols de Tarragona, su grupo infantil, por falta de cantantes.
«En nuestra coral somos unas 35 personas y la media de edad es muy alta», explica Francesc Font, presidente de la Associació Cor Ciutat de Tarragona, «Hay muchos niños que cantan en sus escuelas, pero, una vez se marchan, no continúan», indica. Font cree que se tiene que propiciar un «microclima favorable» para conseguir «masa social» dentro de las mismas agrupaciones, creando coros de chicas, de aspirantes, de jóvenes o infantiles. Lamentablemente, tanto ellos como muchas otras corales, no se pueden permitir tener este sistema, porque supone un enorme esfuerzo económico.
Otra de las que está sufriendo la falta de relevo generacional es la Agrupació Coral Serrallo. Su presidenta, Irene Bosch, asegura que es un «handicap», ya que el integrante más joven «quizás tiene 60 años» y la edad hace que algunas personas «les cueste salir de casa y venir a los ensayos por los horarios». Bosch afirma que, aunque lo han intentado varias veces, «es un problema encontrar gente más joven». La presidenta de la agrupación reconoce que el repertorio, ya que apuestan por estilos más clásicos como las habaneras, puede suponer una barrera para atraer a las nuevas generaciones.
«Todo el mundo es consciente del problema del relevo generacional, pero nadie se pone», indica Ríos. La presidenta de la Coordinadora indica que, en Cataluña, muchos conservatorios y escuelas están tomando medidas, pero «en nuestras comarcas no se está cuidando». Ríos defiende que, llegados a este punto, «se tienen que tomar decisiones a nivel institucional». Y es que asegura que no sólo se tiene que animar a los jóvenes a cantar, sino que también es esencial la creación de coros juveniles e infantiles: «No sirve que sean iniciativas puntuales». De hecho, cree que es necesaria la intervención en los departamentos de Ensenyament y de Cultura de la Generalitat para solucionar el problema.
Espacios para ensayar
Ríos denuncia otro problema que están sufriendo la treintena de corales que alberga la Coordinadora. «Es dramático que los cantantes tengan que pagar para tener un lugar donde ensayar», indica la presidenta, quien afirma que «la ciudad está llena de espacios como escuelas o parroquias que, durante las horas que ensayan las corales, están vacíos. En Tarragona tenemos que aprender a compartir». En este sentido, Ríos plantea hacer realidad un «casal de entidades», una sala polivalente que puedan utilizar las entidades de la ciudad, si no de manera gratuita, a un precio asequible.