La escuela de pasteleros de Tarragona y la Generalitat negocian la homologación de los títulos

El Gremide Pastissersde Tarragona mantiene conversas con la Generalitat para poder homologar los cursos realizados por su escuela, EscoTàrraco, fundada en el 2021. Desde entonces, un centenar de personas ha podido aprender o mejorar sus conocimientos sobre la pastelería artesana. Sin embargo, los alumnos no han obtenido un certificado oficial. Por este motivo, el sector busca la fórmula que permita otorgar un sello de garantía, cosa que también permitiría aumentar la oferta y asumir un mayor número de estudiantes.

«Trabajamos para que la pastelería artesana no muera», explica el presidente del Gremi, Josep González, como motivo principal de la voluntad de formar nuevos profesionales. Precisamente, las conversaciones con el departamento de Educación también tienen como objetivo hacer, próximamente, cursos de los Programas de Formación e Inserción (PFI), que son el primer nivel de calificación de los estudios de formación profesional. «Educación tiene bastante ilusión e interés en EscoTàrraco», comenta González. Los PFI podrían ser el primer paso para conseguir el sello de la Generalitat en todos los cursos. «Entiendo que primero necesitan tener confianza y ver que hacemos buen trabajo. Es natural», manifiesta el presidente del Gremide Pastissers, quién se marca el objetivo de tener la escuela «ocupada todo el día».

Desde de EscoTàrraco señalan que existe una «demanda importante de los estudios», según el subdirector de la escuela, Jordi Alasà, motivo por el cual es necesario ampliar la oferta. «Tendríamos la capacidad para hacerlo, ya que hay profesores para poder asumir más estudiantes», explica.

Uno de los requisitos de la administración pública para poder homologar los cursos es que todos los docentes tengan el nivel superior C2 de catalán. Tenemos cracks de la pastelería que tendríamos que aprovechar. Soy partidario de que las clases se den en catalán, pero ciertos niveles quizás no son necesarios para hacer el curso de pastelería. Tenemos que encontrar el punto intermedio», expresa González. El presidente del Gremino sólo agradece la buena voluntad de la Generalitat, sino también del Ayuntamiento, que recientemente ha otorgado una subvención de 17.000 euros para hacer mejoras a la escuela, ubicada en la avenida Catalunya. «El conseller Manel Castaño se ha comprometido a ayudarnos», apunta. El dinero servirá para financiar parte de una reforma en el espacio que pretende dar cumplimientoa la normativa vigente y, así, acercarse más a hacer oficiales los cursos.

EscoTàrraco se puso en marcha en el 2021 y, desde entonces, ha formado en torno a un centenar de personas a través de cursos privados o del Servicio Público de Ocupación de Cataluña (SOY), que se detuvieron «porun cambio a Educación», tal como indica el presidente del Gremide Pastissers. La duración de la mayoría de los cursos es de entre tres y cuatro meses, con dos clases a la semana. «También hemos hecho monográficos de temas como el chocolate o de Monas de Pascua, entre otros», comenta Alasà. González subraya que «no hay ninguna otra escuela de estas características en la zona».