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Una librería donde todo huele a nuevo

Esta primavera ha abierto puertas en Tarragona la librería El Soterrani, un proyecto impulsado por tres libreros con larga experiencia en la ciudad

Dolors Bosch Martín, Elisabeth Sánchez Legaz i Andreu Piñol Guiral.

Una librería donde todo huele a nuevoGerard Martí

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Dolors Bosch, Elisabeth Sánchez y Andreu Piñol son tres personas con inquietudes comunes, un interés compartido por la literatura y el ensayo, una actividad comprometida con el asociacionismo y muchos años de trabajar juntos en una librería de Tarragona, La Capona. Desde esta primavera, Dolors, Elisabeth y Andreu también son propietarios de El Soterrani, la nueva librería que ha abierto puertas en el número 50 de la calle August de Tarragona.

«La idea de abrir nuestra propia librería es una cuestión que habíamos hablado alguna vez trabajando en La Capona. Todo el mundo que trabaja para otro acaba pensando cómo haría las cosas si tuviera su propio negocio, es una cosa normal», explica Andreu. El cierre del negocio por jubilación, revela, fue el empuje definitivo para acabar abriendo una librería «con un tamaño y un formato con el que nos pudiéramos sentir cómodos los tres».

El nombre de Soterrani, especifica Andreu, lo escogieron por la broma que a menudo se hacían entre ellos en La Capona, en referencia al hecho de que pasaban buena parte del tiempo en la planta baja de la librería, pero sobre todo «porque nos gusta la idea de que en un sótano se pueden encontrar muchas cosas diferentes. Además, tiene un punto de misterio que pegaba muy bien en el tipo de librería que queríamos hacer».

Precisamente esta cuestión, la del tipo de librería que querían ofrecer en la ciudad, fue uno de los temas primordiales a la hora de arrancar. «Hemos ido escogiendo cada libro que hay en las estanterías uno a uno, editorial por editorial, con mucho cuidado, dedicando mucho tiempo, y apostando por géneros que nos gustan mucho, como la novela histórica, la ciencia-ficción, la novela negra o el cómic», detalla el librero. Todo, con la máxima de ser una librería de fondo, pero con todas aquellas novedades que los libreros intuyen que pueden interesar a su público.

Y lo que no tienen en la tienda, explican, lo pueden servir con unos plazos iguales a los que ofrecen las plataformas de compra por internet. Con el añadido, subraya Elisabeth, «que en la tienda el cliente puede venir, escoger, charlar y participar en el intercambio de ideas». Al final, apunta Dolors, «el contacto con la gente a quien le gusta leer es una de las cosas más bonitas de tener una librería».

Personas a quienes les gusta leer y a quienes ya les gusta El Soterrani ya han encontrado una buena pila, porque que desde que inauguraron, poco antes de Sant Jordi, han ido recibiendo visitas de compradores, nuevos y conocidos, interesados en conocer la nueva oferta en la ciudad. En cuanto a la competencia, los tres coinciden que el hecho de tener más librerías en Tarragona, suma más que resta. «Entre todos nos podemos complementar», aseguran.

Más allá del espacio de venta de libros, en el Soterrani hay una segunda sala –todavía llena de cajas con las migajas de Sant Jordi- que tiene que servir, a partir de septiembre, para acoger todo tipo de actividades complementarias, como presentaciones de libros, clubs de lectura o sesiones temáticas.

Dolors Bosch Martín, Elisabeth Sánchez Legaz y Andreu Piñol Guiral.

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