«Hace falta conocer y atender las necesidades de cada barrio o pasará como con la Móra, querrán independizarse»

— ¿Cuáles son los problemas más urgentes a abordar?

— Hace falta ordenar y arreglar Tarragona. Eso implica mejorar la limpieza, la seguridad y la iluminación, así como acabar con las pintadas y el vandalismo. No puede ser que la ciudad dé una imagen de estar totalmente abandonada.

— ¿Qué propone hacer para tener una ciudad más limpia?

— Optimizar el proceso de recogida de los camiones y monitorizar los contenedores para saber si están llenos para optimizar el servicio. La respuesta será más rápida y disminuirá la huella de carbono. Hay que crear mecanismos para adaptarse a hacer diferentes tratamientos según las necesidades de cada barrio y la época del año.

— ¿Qué opina sobre que el gobierno haya aprobado el contrato de la limpieza antes de elecciones?

— El grupo municipal votó en contra. No puedes aprobar un contrato tan serio e importante contra viento y marea en el último pleno, hipotecando a la ciudad y a los gobiernos posteriores. Me parece una irresponsabilidad y una falta de respeto a los ciudadanos.

— Con respecto a la seguridad, ha hecho mucho énfasis en luchar para acabar con las ocupaciones.

— Apostamos por una policía municipal de zona, de barrio, de proximidad. Es necesario tener más agentes y repartirlos según las ratios de población, porque actualmente es imposible cubrirlo todo. Así se evitarán robos y también ocupaciones. El Ayuntamiento tiene que proteger al propietario. También es importante que haya más iluminación, Tarragona da sensación de ciudad oscura y eso crea inseguridad.

— En las últimas semanas ha habido debate sobre el crecimiento urbanístico de la ciudad...

— Tenemos que construir de cara al mar, no en dirección al polígono y la petroquímica. ¿Qué sentido tiene construir en espacios industriales cargándose tejidos empresariales de la zona cuando podemos hacerlo en mejores zonas al lado del mar?

— Partidos como el PSC apuestan por urbanizar Terres Cavades.

— Tenemos que construir en las zonas de desarrollo natural de la ciudad, las que sean. Parece que hay zonas que estén malditas, donde no se puede construir.

— El portavoz del grupo municipal, José Luis Martín, dio apoyo a la campaña Stop Decadencia, ¿usted comulga con el decálogo de la plataforma?

— Uno puede coincidir en ciertas reivindicaciones, pero eso no quiere decir que estemos de acuerdo con la campaña y con el modelo. Una cosa es decir qué queremos y hacia dónde tenemos que ir, y otra es vender una imagen de la ciudad catastrófica. No podemos estar de acuerdo.

— Ha criticado la gestión del alcalde, Pau Ricomà, ¿cuál cree que ha sido su peor error?

— Perder el contacto con el ciudadano, parece que el gobierno esté en una realidad paralela. Hace falta conocer y analizar los problemas de cada barrio, hablando con ellos, y atender sus necesidades, que son diferentes. Si no, después pasa como en la Móra, que quieren independizarse.

— ¿Cree que la ciudad es lo bastante atractiva para los jóvenes?

— No, muchos se marchan a otros municipios con cargas impositivas más bajas y pisos más económicos. Si queremos ser capital del área metropolitana, hay que revertir la situación congelando impuestos y, si la situación lo permite, bajarlos. El objetivo es que se pague menos, pero que lo haga más gente, seguro que recaudaremos más.

— ¿Está a favor del proyecto del albergue juvenil?

— Creemos que no suma ni a Tarragona ni a la zona de Llevant, que, además, es la que menos equipamientos tiene. El proyecto quita la oportunidad de crear equipamientos que necesitan los vecinos.

— ¿También cree que hay que potenciar el turismo de cruceros?

— Por descontado. Es una fuente de riqueza que, además, no lo tienes que ir a buscar, porque te la traen a casa. Pero tenemos que fomentar que se queden y consuman lo máximo posible en la ciudad. Abogamos para que la ciudad sea municipio turístico, para que el comercio pueda ofrecer servicios a cualquier hora del día. Por otra parte, hace falta que las visitas a Tarragona no duren tres horas, sino dos días. Eso se hace, por ejemplo, potenciando el patrimonio de la Part Baixa, para evitar que los turistas se repartan por toda la ciudad.

— No es un secreto que el patrimonio es una de sus manías.

— Tiene que ser uno de los motores de la ciudad. Se tiene que volver a trabajar en la conservación de todos los espacios monumentales y hay que poner en valor el patrimonio que tenemos, no sólo el romano, sino también el judío, el medieval, el modernismo en la Rambla o el contemporáneo, como hicimos en 2006.

— ¿Piensa que la Tabacalera es el lugar ideal para acoger la futura Biblioteca Provincial?

— Parece que la Tabacalera sea el cajón donde se ponen las cosas que no se sabe dónde colocarlas. Tenemos que aprovechar que tiene unos jardines preciosos para hacer presentaciones de libros y conciertos y cine al fresco. Aparte de acoger la Hemeroteca y el Archivo, apostamos por crear un espacio temático de la misma Tabacalera. También puede ser positivo licitar un restaurante o un bar para que la gente vaya a la Part Baixa. Y es que todo eso ayudaría a dignificar aquella zona.

— ¿Piensa en posibles pactos?

— Lo que nos toca es sacar el mejor resultado. Tenemos muy claro que el día 28 no es el final de nada, sino el principio de todo. Veremos cuál es la voluntad de los ciudadanos y, a partir de eso, decidiremos qué hacemos. Pero siempre trataremos de aplicar nuestro programa, que es en el que habrán confiado los votantes.