«Es más interesante que vengan cruceros con menos turistas, pero con más poder adquisitivo»

— En la conferencia de ciudad insistió en la promoción económica y en una rebaja de la presión fiscal.

— La promoción de la actividad económica es esencial. Genera progreso y recursos para el Ayuntamiento y para la ciudad. Además, la mejor manera de sacar a la gente de la exclusión y la pobreza es darle trabajo. Y la clave para ofrecer trabajo no la tiene el Ayuntamiento, sino las empresas. Por lo tanto, ¿qué tenemos que hacer? Tenemos que hacer una administración moderna que sea un colaborador y no un problema para los empresarios.

— ¿Hoy no es así?

— Hoy los que quieren invertir en Tarragona tienen tantos problemas que se tienen que marchar a los municipios del lado. Tenemos que hacer una administración ágil. Yo propongo la creación de una oficina municipal de atención al empresario que se dedique exclusivamente a atenderlos para dar agilidad a todos los permisos. Tenemos que motivar a los jóvenes para que inicien proyectos profesionales. ¿Cómo lo tenemos que hacer? Poniendo facilidades fiscales para todos, pero, especialmente, para los jóvenes. El empresario ha sido maltratado unos cuantos años y queremos ayudarlo. También tenemos que hacer política de polígonos. El de Riu Clar, y todos en general, pero sobre todo el de Riu Clar, está dejado de la mano de Dios y hay un afán recaudatorio intolerable que me hace pensar que no hay ni dinero.

— Dice que piensa, vistas las circunstancias, que hay poco dinero en el Ayuntamiento. Entonces, ¿cree que las propuestas de su partido y de cualquier otro son coherentes con el presupuesto municipal? ¿O quizás son desproporcionadas?

— Tengo una cosa muy clara: el Ayuntamiento no lo puede pagar todo. Y por eso quiero fomentar la colaboración público-privada, que haya cosas que se puedan hacer conjuntamente con las empresas. El consistorio tiene un presupuesto que me parece limitado y me hace pensar que el dinero se utiliza mal o que se dejan de recibir ayudas muy importantes de Europa. No puedes perder de ninguna manera la oportunidad de recibirlos, y este gobierno municipal ha demostrado por activa y por pasiva que no sabe presentar proyectos para recibir fondos Next Generation. Le han dado algunos, pero otros los han perdido.

— Según la web del Ayuntamiento, hay en torno a unos nueve proyectos que han ganado Next Generation y sólo dos que no: el Banco de España y la rehabilitación de la escuela de Sant Salvador. El balance es bastante positivo.

— Cuando perdemos un fondo Next Generation quiere decir que no lo hemos hecho bien. Había una Oficina de Proyectos que el alcalde, Pau Ricomà, cerró. Yo reclamo volver a abrir la Oficina de Proyectos y que se dedique exclusivamente a preparar propuestas para subvenciones de este tipo. A menudo salen algunas que no sabemos y nos pasan por delante.

— El turismo es uno de los aspectos que propone para reactivar la economía. El alcalde y presidente del Patronato, Pau Ricomà, recibió críticas el año pasado por no aprovechar el remanente del ente público para invertirlo, precisamente, en turismo.

— Tenemos tanto patrimonio que no nos tenemos que conformar sólo con disfrutarlo nosotros, sino que lo tenemos que enseñar al mundo. Por lo tanto, el turismo es bueno para la ciudad. Yo fui jefe de operaciones de cruceros y veía en los ojos de los turistas que volvían de su visita aquella sensación de haber descubierto un destino único. Falta iniciativa. El modelo que defiendo es de más calidad. Quizás no hace falta tanta cantidad, sino que es más interesante que vengan cruceros con menos turistas, pero con más poder adquisitivo.

— ¿Es una manera de velar por la sostenibilidad?

— Efectivamente. La misma industria crucerística está haciendo su revolución para implementar energías sostenibles, como por ejemplo el gas natural licuado. Llegará un punto que todos los cruceros lo utilizarán como combustible. Y el Port tiene sus instalaciones preparadas para hacer el shore power, que es cuando llega el crucero y se conecta pagando a la red eléctrica para parar motores y evitar la contaminación. Hace poco recibimos tres cruceros al mismo tiempo, con 7.000 pasajeros, y la Part Alta era intransitable. Pues coordinémonos bien y agrupemos a los turistas. No hace falta que todos vayan en su primera visita a la Part Alta, sino que algunos puedan ir a la Tàrraco Arena, al Mercat Central o a la Necrópolis para que no se concentre todo en el mismo lugar.

— El camino hacia la sostenibilidad ha marcado este mandato. ¿Cree que marcará el siguiente?

— Sin lugar a dudas. La energía y el uso del agua son primordiales. Propongo que todos los edificios públicos del Ayuntamiento tengan placas fotovoltaicas. Y creo que tenemos que crear comunidades energéticas y reunir a todos los expertos en temas de energía para ver cómo hacemos una ciudad más sostenible. Con respecto al agua, tenemos que encontrar las maneras de hacer un uso más racional. En algún momento tendremos que plantearnos seriamente hacer una desalinizadora, con la colaboración del Port, que tiene la capacidad económica y el espacio, para alimentar la ciudad.