CUP Tarragona propone implentar consejos de barrio y bajar el sueldo de los cargos electos

La Candidatura de Unidad Popular de Tarragona hace una apuesta decidida para abrir espacios de participación popular y de democracia directa, «con el objetivo de dar lugar a experiencias de verdadero gobierno popular» y defienden un marco propio de participación de la gente en la toma de decisiones «que convierta el Ayuntamiento de Tarragona en un instrumento útil para la transformación de nuestra ciudad».

Gemma Vendrell, número dos de la CUP, ha puesto sobre la mesa la necesidad de implementar consejos de barrio y el Consejo de la Ciudad y «que los Consejos Municipales sean órganos vinculantes y no sólo consultivos». Además, Vendrell ha expuesto la necesidad de crear un Reglamento de Consulta Ciudadana con el fin de «convocar referéndums y consultas ciudadanas para decidir sobre las decisiones que puedan hipotecar el futuro de la ciudad» y que la totalidad de las inversiones se decidan a través de los presupuestos participativos.

A su vez, Eva Miguel ha propuesto la reducción de los sueldos de las cargos electos «para nivelarlos a la media de la población de la ciudad», así como mantener la política de retirar los privilegios otorgados a los cargos institucionales del Ayuntamiento «tales como entradas gratuitas en acontecimientos culturales o sitios reservados, como es el caso del balcón del Ayuntamiento en festividades señaladas».

El alcaldable de la CUP también ha explicado la voluntad de realizar una auditoría municipal de la deuda y hacerla pública», revisar todas las exenciones de IBI en la ciudad, «incluida la Iglesia» y hacer frente al poder de los oligopolios energéticos y empresas de servicio «que hacen negocio con la gestión de servicios públicos».

Finalmente, la CUP apuesta por seguir luchando contra la corrupción y el nepotismo «mediante auditorías, informes de gasto y control estricto del cumplimiento de contratos».