Limpieza
Una empresa del grupo FCC pierde el contrato de limpieza de edificios municipales de Tarragona
Selsa queda cuarta en el concurso y dejará de ofrecer el servicio después de más de una década haciéndolo
Selsa, empresa que pertenece al grupo Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), dejará de ser la encargada del servicio de limpieza de edificios municipales más de una década después siéndolo. La mejor puntuación del concurso público, dividido en cuatro lotes, lo han conseguido Serveis de Personal i Neteja (Servinet), con respecto a la misma limpieza de edificios municipales y del Institut Municipal de Serveis Socials (IMSST), y La Bruixa Neteges Generals i Manteniments, con respecto a limpieza de escuelas.
El Ayuntamiento destinará más de 5 millones de euros en total durante el 2023 y 2024 para estos servicios, con la posibilidad de una prórroga de 2 años más. El gobierno elevará mañana al Consejo Plenario las propuestas de adjudicación en las dos empresas mencionadas. Serveis Especials de Neteja (Selsa) ha quedado cuarta en el ranking de puntuaciones del lote A (edificios municipales) y séptima en el del lote C (centros escolares, guarderías y escuela de música). El Palau Municipal, el Teatro Tarragona, la Antigua Audiencia y los centros cívicos son algunos de los 36 espacios incluidos en el lote 1.
Con respecto a la limpieza de edificios del IMSST (lote B), hasta hoy lo hace La Bruixa, pero pasará a manos de Servinet, que, por lo tanto, se encargará de limpiar las instalaciones de los hogares de jubilados y de los centros de servicios sociales. Sin embargo, La Bruixa seguirá limpiando los centros educativos, como las escuelas Saavedra y Cèsar August y las guarderísa el Serrallo y el Ninot, entre otros. Hasta ahora, la empresa también es la encargada de este servicio.
La empresa matriz de Selsa es FCC, la actual adjudicataria del contrato de la recogida de residuos. No obstante, la administración local tiene abierto el proceso de licitación del nuevo servicio, valorado en más de 200 millones de euros a repartir en diez años. El contrato propuesto por el Ayuntamiento quedó desierto en el primer concurso público, por lo que se volvió a abrir el proceso hace unas tres semanas, después de aplicar cambios técnicos y económicos requeridos. La renovación planteada ha generado rechazo por parte del comité de empresa de FCC, que llegó a convocar una huelga alegando una pérdida de masa salarial, una afirmación que el Ayuntamiento siempre ha desmentido. En cualquier caso, la huelga se acabó desconvocando.