Diari Més

Enemigos hasta el 28M, amigos durante los próximos cuatro años

Los partidos presentan su carta a los Reyes Magos mientras Ricomà persigue a Sendra para saber si es cierto que ha acordado un pacto postelectoral con Viñuales

Pau Ricomà (ERC), Rubén Viñuales (PSC) i Jordi Sendra (JuntsxCat) durant el debat del 3/24.

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Quedan todavía nueve días para que abran los colegios electorales, pero algunos partidos ya están pensando en aliados para formar gobierno. «¿Usted será capaz de hacer alcalde de Tarragona al señor Viñuales»?, le preguntaba el candidato de ERC, Pau Ricomà, al de Junts per Catalunya, Jordi Sendra, durante el debate en el canal 3/24. El actual alcalde llegó a la televisión pública con la escopeta cargada y con una fotografía de hace años donde se veía al cabeza de lista del PSC, Rubén Viñuales, «increpando a gente que pedía la libertad de los presos políticos».

«No se avergüence, señor Sendra», decía Ricomà, con la imagen de gran formato en la mano, delante de una cara forzada de estupefacción de Viñuales. El candidato socialista, y excandidato de Ciudadanos, tomó la mejor decisión posible en su caso: dejar que los líderes de ERC y JuntsxCat se arrastraran por el barro el uno al otro.

Ricomà, consciente de que ningún partido podrá gobernar en solitario, hace días que persigue a Sendra para resolver una sospecha. Y es que, según el alcaldable republicano, Sendra podría haber aceptado, «a cambio de una silla en la Diputación de Tarragona, hacer alcalde a Viñuales». El candidato de JuntsxCat, quien ya tiene suficiente con su guerra con las palomas, no resolvió la duda y deja en el aire con quién podría pactar después del 28 de mayo.

Hasta las elecciones, el ciudadano tendrá que sobrevivir una semana más a la avalancha de propuestas de estos días. Con ocho principales candidatos, presentes en cada esquina, bajo cada farola, los tarraconenses tienen difícil escoger entre todas las opciones, analizar los programas electorales y hacer un esfuerzo para identificar posibles manipulaciones.

Los modelos urbanístico y turístico, la vivienda, la generación de actividad económica, la seguridad y las políticas para favorecer la cohesión y la sostenibilidad, en general, centran la campaña. Los partidos mantienen un tira y afloja para edificar en Llevant o preservar toda la Anella Verda. En este caso, ERC y el PSC tienen posturas diferentes.

Los primeros, defensores del avance del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) planteado, insisten en que hay que preservar todos los espacios naturales. La CUP llega más lejos, ya que está dispuesta a romperse la cara, en sentido figurado, para que el ladrillo no borre ni un centímetro cuadrado de color verde. Por su parte, los socialistas, el PP y JuntsxCat consideran que hay sectores que sí que se podrían urbanizar con el fin de dejar al ciudadano «escoger dónde quiere vivir», tal como pregona Sendra.

Estos días las conjugaciones de los verbos «querer», «apostar» y «proponer» protagonizan la mayoría de noticias. Gane quien gane, habrá cuatro años para ver si las promesas se cumplen. Algunos candidatos apuestan (un verbo que no puede faltar) por fomentar la colaboración público-privada y que la administración local favorezca la generación de actividad económica. Una de las maneras es reduciendo o congelando impuestos, como apunta Sendra o las candidatas del PP y Ciudadanos, Maria Mercè Martorell y Lorena de la Fuente.

Con respecto a promoción económica, el PSC quiere dinamizar el comercio haciendo pacificaciones de calles, como la de Canyelles u Orosi, y crear más aparcamientos disuasivos. Viñuales también sugiere crear un barrio tecnológico en el polígono Francolí y revitalizar la Part Baixa. Curiosamente, estas ideas también se encuentran en el programa de ERC, que ya ha empezado a trabajar en esta línea.

Las dos formaciones con más posibilidades de gobernar son como compañeros de clase que se copian en el examen para sacar la mejor nota, aunque a la hora del patio se zurren mutuamente. Porque a pesar de compartir ideas similares, socialistas y republicanos discrepan en otras cuestiones, como la Ciutat de Repòs i Vacances, donde la Generalitat proyecta un albergue juvenil financiado con 15 millones de euros de fondos europeos Next Generation. Ricomà aprueba la iniciativa impulsada por el gobierno de la Generalitat, propietaria de los terrenos, mientras que Viñuales se comprometió hace meses a pararla.

ERC ha aprovechado estas últimas semanas para sacar pecho de las acciones puestas en marcha desde el gobierno que se tendrían que ejecutar durante el próximo mandato, muchas de las cuales ya estaban anunciadas. Paralelamente, Ricomà ha empezado una campaña puerta a puerta para explicar la Tarragona del futuro. Unos días pica en la puerta un repartidor de Amazon y otros el alcalde de Tarragona.

El PSC y ERC, que han agotado su portafolio inédito de ilustraciones de la ciudad, buscarán conseguir a tantos consejeros como puedan. Hasta ahora, el partido socialista ya ha contado con la presencia de un invitado de lujo, el primer secretario, Salvador Illa, para darle un empuje a Viñuales. El número de concejales será clave para facilitar algunos pactos posteriores. Más allá de Sendra, otro candidato que podría tener el poder de decidir el color del gobierno es Jordi Collado (En Comú Podem), a quien el jefe de campaña de JuntsxCat renombró como «Xavi» a través de redes sociales.

En esta lucha sin tregua para obtener más votos, el mismo Sendra o Mar Giné (Sí Tarragona) confían en proclamarse alcaldes. «La alcaldesa de Tarragona será Mar Giné», expresó con firmeza, pero poca convicción, la candidata convergente, mientras Ricomà dejaba escapar una carcajada traviesa y un «claro que sí» de fondo.

La única certeza que puede tener el vecindario de Tarragona es que, estos días, el político más feliz de la ciudad es Berni Álvarez, quien ha capitaneado el ascenso de categoría del CBT. Quizás pronto puede celebrar otra victoria. O quizás lo puede hacer el equipo de ERC. O alguna otra formación. Quedan nueve días para estudiar el manual político de cada candidato, antes de enfilar el camino hacia las urnas. Por lo tanto, «apostar», «querer» y «proponer» seguirán siendo los protagonistas de la película, comedia para unos, drama para otros.

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