Diari Més

Viñuales gana con autoridad en Tarragona y devolverá la alcaldía al PSC después de la derrota de ERC

Los socialistas obtienen 9 consejeros en unas elecciones que suponen la irrupción de Vox (3) y la caída de ERC (6) y la CUP (0)

Rubén Viñuales i l'equip del PSC van celebrar el triomf a la seu socialista després de guanyar per una diferència de tres regidors a ERC.

Viñuales gana con autoridad en Tarragona y devolverá la alcaldía al PSC después de la derrota de ERCGerard Martí

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El PSC vuelve a ganar las elecciones en Tarragona. Esta vez lo hace con contundencia suficiente para dejar en fuera de juego a Esquerra Republicana. Los socialistas han obtenido nueve consejeros, dos más que en el 2019, mientras que los republicanos han obtenido seis, uno menos que en las últimas elecciones, circunstancia que aparta a Pau Ricomà de la alcaldía de Tarragona y abre paso a Rubén Viñuales. El PSC tiene el viento a favor para volver a gobernar después de unos comicios que han dejado a cero a la CUP, que pasará de ser socio de gobierno de ERC con dos consejeras a no tener ni siquiera presencia en el plenario, donde por primera vez entrará la extrema derecha, con tres concejales de Vox.

Por su parte, el PP mejora los resultados del 2019 pasando de 2 a 4 concejales, mientras que En Comú Podem repite con 2 y Junts per Catalunya obtiene los mismos que hace cuatro años Junts per Tarragona (3). Ciutadans también se queda sin presencia en el Ayuntamiento después de unas elecciones en que la participación cayó hasta el 51,71%, más de diez puntos de diferencia con los comicios del 2019 (62,97%).

«Hemos recuperado la alcaldía», se atrevía a afirmar Rubén Viñuales, ante las decenas de socialistas que se acercaron a la sede del PSC para celebrar la victoria en las urnas. «Somos la fuerza más votada y queremos gobernar solos», indicaba el alcaldable, quién prefirió evitar hablar de posibles pactos. El cabeza de lista socialista, que no pudo contener las lágrimas, estuvo pendiente de los resultados hasta el último momento esperando un décimo escaño que, finalmente, no llegó.

«Hemos recibido un encargo de la ciudadanía», afirmaba Viñuales, quien aseguraba que gobernaría «para todo el mundo, tanto para los que nos han votado como para los que no lo han hecho». «Tendrán el alcalde que se merecen», añadía. Durante su discurso, también dedicó un momento a hablar de los dos «puntos negativos» que han dejado estas elecciones: la baja participación y la entrada de la extrema derecha en el Ayuntamiento. «La entrada de Vox me parece la peor noticia que podemos tener, es la antítesis de lo que nosotros creemos y de aquello por lo qué luchamos», expresaba.

Mientras Viñuales celebraba el triunfo en la sede del PSC en la avenida de Ramón i Cajal, el actual alcalde, Pau Ricomà, lo felicitaba por la victoria: «No hay nada que discutir. Le envío las felicitaciones al nuevo alcalde de la ciudad». Sin embargo, afirmó que ERC no le daría apoyo en la investidura. «Sus valores están muy lejos de lo que nosotros defendemos», expresó Ricomà alegando «el clientelismo» como uno de los motivos.

El candidato a la reelección de los republicanos afirmó que se encargarían de liderar la oposición «de manera constructiva» durante cuatro años: «Nos encontrarán en los acuerdos positivos». Al mismo tiempo, el todavía alcalde dejó la puerta abierta a renunciar a su silla en el pleno. «Todavía no sabemos qué pasará. Lo tenemos que estudiar». No obstante, Ricomà sí que confirmó que no será el cabeza de lista de la formación en las elecciones municipales del 2027.

ERC ponía ayer punto final a su etapa al frente de Tarragona entre aplausos de la militancia y miembros de la candidatura. «Viva Esquerra, viva Pau», se oyó durante la atención a los medios. Ricomà aprovechó para hacer un balance positivo de un mandato con «circunstancias muy difíciles». «Los próximos años llegará mucho dinero para transformar la ciudad y no queremos que ningún proyecto quede parado», añadió. De la misma manera que Viñuales, Ricomà se mostró preocupado por el ascenso de la extrema derecha, motivo por el que pidió «contundencia para aislarla».

La CUP sale del consistorio

Tampoco fue una gran noche para uno de los socios de gobierno de ERC, la CUP. El Casal Popular Sageta de Foc se llenó de caras largas después de que la formación de izquierdas independentista no recibiera votos suficientes para tener presencia en el pleno. La cabeza de lista, Eva Miguel, trasladó su preocupación «porque queda un plenario en el que ha entrado la extrema derecha».

Además, añadía que «el panorama es muy complicado para el movimiento ecologista. Vemos riesgo en la preservación de la anilla verde, la amarilla y la azul y también de todas aquellas propuestas sociales que empezamos. El PSC se pondrá muchas medallas de proyectos que hemos empezado nosotros». Miguel subrayó que «en este mandato, la lista del PSC se sentará en el banquillo de los acusados por el caso Inipro y retornará a un POUM que fue tumbado en los tribunales».

Con respecto a los motivos de no haber alcanzado ningún escaño, Miguel destacó que «ha habido una desafección en el movimiento independentista. No hemos sabido movilizar al votante de izquierda y se ha quedado en casa, mientras que el votante de derechas nunca falla». La candidata a la alcaldía explicó que los próximos cuatro años seguirán luchando en la calle por todos los derechos que nos quieran quitar».

A su vez, el candidato de ECP, Jordi Collado, se mostró satisfecho por los resultados obtenidos. «Estamos contentos con el resultado electoral. Hemos podido demostrar que, si estamos unidos, podemos hacer cosas buenas por Tarragona y que la gente confía en nosotros». Por otra parte, admitió «la sorpresa» del aumento del voto a partidos de la derecha. «El aumento de la extrema derecha nos deja con un punto agridulce. Les tenemos que parar los pies y constituir un pleno con una mayoría de izquierdas, espero que el PSC se dé cuenta de ello». De cara a posibles pactos electorales, Collado dejó claro que «la única manera que Tarragona tire adelante es con un pacto de izquierdas». «Tenemos cuatro años por delante con mucho trabajo por hacer, así que nos hace falta ser fuertes y trabajar mucho», concluyó.

En la calle Gasòmetre se oían aplausos y un clamor: «¡Sendra, alcalde!». Así recibieron anoche los simpatizantes de Junts per Catalunya al cabeza de lista, Jordi Sendra. El alcaldable quiso esperar a tener el cien por ciento del voto escrutado para comparecer delante de todos aquellos que habían querido acercarse a la sede electoral. Sendra quiso hacer una «autocrítica de lo que está pasando en el mundo independentista» destacando que «no hay opción para un gobierno alternativo al socialismo». Con respecto al resultado, insistió en el hecho de que «empezamos de cero y no nos querían». El cabeza de lista hizo referencia a la candidatura de Junts per Tarragona del 2019, encabezada por Dídac Nadal, apuntando que el espacio postconvergente ha mantenido los resultados con tres concejales. Sendra se mostró optimista en todo momento y subrayó que el suyo «es un proyecto de futuro que va más allá de las municipales de 2023» y que «de una manera u otra, desde el Ayuntamiento, con Pep [Manresa] y Elvira [Vidal], haremos latir el corazón de Tarragona».

Crece el PP y la extremaderecha

La euforia llenó el entresuelo del hotel H10 Imperial Tàrraco, donde el PP esperaba los resultados. La alcaldable, Maria Mercè Martorell, agradeció a todos los votantes, apoderados y el equipo de campaña por duplicar el número de concejales respecto a las elecciones del 2019. Martorell destacó que su candidatura ha sido «la sorpresa». «Las encuestas y predicciones nos daban una horquilla de unos dos o tres escaños y hemos conseguido tener el doble de concejales y casi de votos que en 2019, con un total de 6.638». Al mismo tiempo, la cabeza de lista destacó los primeros contactos con el PSC: «He felicitado Viñuales en nombre de todo el equipo del PP y él nos ha felicitado a nosotros». Martorell no quiso revelar un posible acuerdo por la alcaldía con los socialistas y se limitó a subrayar que «trabajaremos por Tarragona». La clave de este éxito, según Martorell, ha sido conseguir «ilusionar la ciudad desde el primer día. Con una lista que ha sido el nexo de unión de muchas generaciones».

Mientras tanto, en la sede de Vox reinó la felicidad calmada. A pesar de la entrada de la formación en el pleno municipal, el cabeza de lista, Francisco Javier Gómez, destacaba que «hemos pasado de cero a tres y la valoración es positiva, pero era una previsión que nosotros ya habíamos hecho porque hemos ido hablando con la gente de los barrios y los ciudadanos de Tarragona». «Nuestra fuerza y nuestro espíritu es lo que ha hecho que nuestro programa electoral llegue a los tarraconenses», comentó el candidato. En cuanto a posibles acuerdos, Gómez insistió en el hecho de que están abiertos a hablar con todas las formaciones, ya que «el papel» que jugarán ahora es el de «luchar por los problemas reales de los ciudadanos». «Si una formación tiene una idea positiva para los ciudadanos, nosotros lo escucharemos, la valoraremos y, si la consideramos ajustada, le daremos apoyo». Sin embargo, Gómez quiso desmarcarse del resto de partidos: «No somos como otros que, de entrada, dicen que son abiertos y demócratas, pero cierran cualquier acuerdo con una formación que representa a muchos tarraconenses».

Ahora, los partidos tendrán tres semanas para negociar y llegar a acuerdos con el fin de definir el nuevo equipo de gobierno. El PSC buscará el entendimiento con otras formaciones para rematar los resultados de ayer por la noche y recuperar la alcaldía cuatro años después. Todo apunta que, a partir del próximo junio y hasta el 2027, Viñuales será el encargado de liderar Tarragona.

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