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Empiezan las pruebas de selectividad en Tarragona para 3.900 estudiantes

Nervios y confianza entre los alumnos en el primer día de las pruebas PAU

Estudiantes esperando para realizar los exámenes de selectividad en el campus Catalunya de la URV.

Empiezan las pruebas de selectividad en Tarragona para 3.900 estudiantesACN

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3.895 estudiantes de bachillerato y ciclos formativos han empezado este miércoles las Pruebas de Acceso en la Universidad -PAU 2023- en la demarcación de Tarragona. Se trata de una cifra récord, ya que se han matriculado 189 alumnos más respecto al año pasado. En concreto, 3.618 son de bachillerato y 277 provienen de ciclos formativos.

Repartidos en 22 tribunales ordinarios y dos más ciclos formativos, los estudiantes han iniciado los exámenes de castellano con nervios y confianza. Muchos de ellos han opinado que la primera prueba ha sido fácil y accesible. Los jóvenes aspiran a obtener la nota que necesitan para acceder a la carrera universitaria deseada. En la jornada de hoy, también se evaluarán de lengua extranjera y de las modalidades como física o geografía.

Las pruebas de la selectividad han arrancado sin incidencias por todas las comarcas tarraconenses y ebrenses, según ha explicado el coordinador de las PAU en la demarcación y profesor de la URV, Antoni García. El responsable ha destacado que se cumple la previsión de unos 200 alumnos más matriculados cada año. «Este año entran los niños nacidos en 2005, en pleno crecimiento de natalidad, y el cálculo no está fallando, cada año en Cataluña tenemos 2.000 alumnos más, este año son 42.000», ha indicado. El año pasado, hicieron las PAU unos 3.700 estudiantes en la demarcación tarraconense.

García ha señalado que la URV representa entre un 9% y 10% del sistema universitario catalán y que hasta el 2026 se prevé que las matriculaciones crezcan en unos 200 alumnos. «Después de 2027, viene una bajada muy fuerte hasta el 2032», ha añadido. Respecto a los tribunales, ha explicado que este año hay 24 y que ya han vuelto a las noventa de aulas después de que durante la pandemia se habilitaran unas 400. Sin embargo, ha remarcado que se ha mantenido el centro de Móra d'Ebre, creado en la época de covid, porque consideran que es un «tribunal estratégico» en la zona. Así, los alumnos de la Ribera d'Ebre, Terra Alta y del Priorat no se tienen que desplazar hasta Tortosa.

Preguntado sobre la paralización del decreto que regulará la nueva selectividad a partir del año 2024, el coordinador de las PAU ha lamentado que no sepan nada: «Nos han dicho que lo dejaban en un cajón, no sabemos si serán los mismos o diferentes los que vendrán después de las elecciones, ni si quemarán el cajón, está todo en el aire y somos el último peldaño», ha manifestado. Aparte, García ha subrayado que los jóvenes usan los mismos métodos para copiar y que son poco innovadores. «Estamos en contra de los copiones, no son muy modernos, aunque utilicen Tiktok y Instagram, se lo escriben en las piernas y brazos», ha dicho.

La prueba de castellano, fácil

Nervios y caras de concentración a primera hora de esta mañana entre los estudiantes que han empezado la selectividad en el campus Catalunya de la URV. Unos nervios que se han desvanecido un poco después de hacer la primera prueba. Lucia Morales y Àlex Torall, dos alumnos del Instituto Camí de Mar de Calafell, han afirmado que tienen muy buenas sensaciones del examen de castellano. «Creo que si todo va así, la selectividad nos irá bien», ha expresado la joven. «Estamos mirando las respuestas con la profesora y parece que tenemos la mayoría de ellas bien, ha sido más fácil que los exámenes que hemos hecho», han añadido.

De hecho, su maestra, Anna Batalla, ha asegurado que el examen ha sido «fácil, correcto y accesible». Ha señalado que las preguntas no eran rebuscadas y ha recordado que esta prueba no es complicada desde hace años. «Los alumnos han salido contentos, se esperaban un examen más difícil porque durante todo el año la asignatura les ha parecido más complicada, también es cierto que han practicado todos los ejercieras que han salido», ha comentado. Batalla también ha considerado positivo que la primera prueba fuera fácil por el hecho de que ayuda a los jóvenes a afrontar el resto de jornada con menos presión y nerviosismo.

De hecho, el estudiante Morales ha explicado que los días previos a las PAU ha sido nerviosa, pero que este miércoles ha optado por no estarlo con el fin de centrarse en los exámenes. Ella quiere estudiar Ciencias Políticas y cree que conseguirá la nota. «Ayer dejé de estudiar a las diez de la noche y me puse a jugar a videojuegos, hoy he dormido en el bus, no estoy nervioso, sólo me da un poco de miedo el inglés porque el listening me cuesta», ha comentado su compañero, Àlex Torall.

Anna Aliagas y el Anastàsia Foca, alumnos del instituto Jaume Primer de Salou, también han compartido que el examen de castellano ha sido fácil, aunque la primera parte les ha resultado un poco más dificultosa. «Era un texto sobre la condición humana de Tomás Nevinson, al principio no se entendía nada, la parte de sintaxis era fácil y nos ha ido bastante bien», han subrayado las jóvenes. «Nos ha ido bastante bien, pero no me quiero confiar hasta que no sepamos la nota», ha comentado Aliagas. Esta estudiante quiere cursar diseño en la Universitat de Barcelona y necesita a un 10,9 de nota. «Si me van los exámenes como el de castellano, creo que lo puedo conseguir», ha apuntado.

Después de la primera prueba, también se han mostrado optimistas Tomás Consoli y Alis Canvisaga, del InstitutoPons d'Icart de Tarragona. El joven llegó de Argentina el agosto pasado y ha explicado que la asignatura de castellano no la llevaba demasiado bien. Por eso, sostiene, ha tenido que hacer un esfuerzo para prepararse la selectividad, ya que en su país no se hacen estas pruebas. «Estaba nervioso, después de meses de estudio creo que aprobaré, no sacaré un diez, pero un siete o seis, seguro», ha afirmado.

Para la joven, las lenguas son una materia fácil. Sin embargo, ha asegurado que le hacen «más respeto» las pruebas de matemáticas y biología porque un pequeño error puede hacer cambiar los resultados. Canvisaga quiere estudiar la carrera de psicología en Tarragona y confía en que sacará una buena nota en la selectividad. En el caso de Consoli tiene previsto estudiar derecho: «De Argentina tengo una media de un ocho, mi idea es sacar buena nota para hacer un doble grado», ha cerrado.

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