Los profesores de catalán de Tarragona se quejan del nivel de los libros de secundaria

Profesores y sindicatos de trabajadores del sector educativo en Tarragona se muestran «molestos y preocupados» con la situación que está viviendo la enseñanza de la lengua catalana en los centros de secundaria. Los nuevos libros de bachillerato para el próximo curso, donde se prioriza un contenido más práctico a uno más conceptual, afirman que «son una muestra más de la inercia que ha cogido el catalán en los centros educativos, con un nuevo currículum de Educación que rebaja las exigencias lingüísticas a los estudiantes de secundaria, y que por consiguiente, fomenta la dejadez del catalán y la pérdida de uso de la lengua».

Los sindicatos, por su parte, afirman que si la nueva consejería de Educación no toma medidas para cambiar el modelo de enseñanza, actuarán en consecuencia con la convocación de una nueva jornada de huelga para el próximo miércoles 6 de septiembre, día en que está previsto que empiece el nuevo curso escolar 2023/24.

«Los libros de catalán del próximo curso son una muestra más de las consecuencias que nos comporta el nuevo currículum educativo impuesto por el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya. Desmonta toda la enseñanza que había hasta ahora», dice Jordi Martí Font, profesor de secundaria en Tarragona. El nuevo currículum, aprobado el pasado mes de septiembre, dicta aquello que se tiene que enseñar en materia de lengua catalana en las clases de secundaria, donde actualmente se tira hacia un contenido más práctico.

El nuevo modelo de enseñanza lleva a los profesores a, por ejemplo, obviar el análisis sintáctico, la memorización de conceptos, contextos históricos y literarios, y a priorizar la identificación de ciertas características de los textos, como saber de lo que se está hablando y ejercicios de vocabulario básico, que según Martí, «está matando la literatura, ya que los alumnos no saben nada del contexto histórico de aquello que están leyendo ni ubicarlo en el tiempo para una mejor comprensión».

De hecho, el mismo Jordi Martí, publicó en las redes sociales algunas imágenes con páginas de los nuevos libros de bachillerato de catalán, donde se podían ver ejercicios muy básicos como escribir el femenino de nombres como abuelo o poeta, cambiar el género a palabras como jirafa o caballo, o elegir el pronombre adecuado en cada caso. Estos ejemplos se incluyen dentro del nuevo currículum publicado por la Generalitat de Catalunya, que según Martí «marca rebajar los contenidos para que todo el mundo pueda pasar de curso y conseguir así un éxito educativo más alto».

Un hecho que según Martí, conduce a la privatización del sector, ya que rebajar las exigencias educativas «provoca que tener una carrera universitaria o un grado de FP hoy en día se haya normalizado, y que quien realmente quiera tener un título de calidad y destacar por encima del resto, tenga que gastarse miles de euros para pagar un máster en una empresa privada», añade.

Privatización del sector

En esta línea, el delegado de la CGT de Enseñanza en el Camp de Tarragona, Jorge Fernàndez, expresa que la tendencia hacia la privatización del sector lleva a dejarlo todo «en manos de las empresas» y explica la preocupación de los sindicatos por la situación que está viviendo la lengua catalana en los centros educativos. «En el ámbito social y educativo, la lengua está sufriendo un retroceso evidente. La inmersión lingüística está sufriendo muchos ataques, que dificultan que el catalán pueda ser una herramienta de cohesión social», dice Fernàndez.

En este sentido, desde el sindicato tarraconense apuntan al hecho de que el Gobierno de la Generalitat tendría que poner «más medios» para atender el catalán correctamente, cuantos más profesores en los centros educativos, más aulas de acogida para los alumnos recién llegados de otros países, potenciar el uso de las bibliotecas para mejorar la comprensión lectora, y disponer de más horas lectivas. Esta falta de recursos y medios en la escuela catalana, lleva al hecho de que «el mundo de la docencia pierda atractivo, y falten cada vez más profesores», según Fernàndez.

En este sentido, el delegado sindical afirma que «en los últimos años estamos viendo cómo hay una falta importante de profesores en lengua catalana», y que se tiene que recurrir a profesores sustitutos que si bien tienen que pasar unos exámenes para poder ejercer como tal, «no tienen la misma preparación ni capacidad para llevar a cabo aquel trabajo de la manera más adecuada, lo que nos lleva a un nivel de enseñanza por debajo de lo que corresponde», añade.

Acciones sindicales

La situación que vive actualmente el mundo de la lengua catalana en los centros educativos de secundaria, lleva a los sindicatos de trabajadores, como la USTEC, a nuevas reivindicaciones para exigir un cambio de rumbo. «Estamos negociando nuevas propuestas con la consejería de Educación de la Generalitat de Catalunya. Si de aquí a finales de mes no conseguimos tener una respuesta que nos satisfaga, nos plantearemos seriamente la opción de convocar una jornada de huelga para el miércoles día 6 de septiembre, día en que está previsto que empiece el nuevo curso escolar 2023/24», revela Iolanda Segura, portavoz del sindicato.