Diari Més

El ocio nocturno de Tarragona alerta de la creciente tenencia de navajas entre los jóvenes

Algunos locales de la ciudad ya hace meses que utilizan detectores de metales en la entrada

Imatge d'arxiu d'agents dels Mossos d'Esquadra durant un operatiu policial.

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Los locales de ocio nocturno de Tarragona se muestran preocupados por el aumento de la presencia de navajas entre los jóvenes que frecuentan durante la noche los clubs de la ciudad. En los últimos meses, ha habido un incremento de personas que acuden a estos establecimientos con navajas. De momento, la Coordinadora de Entidades de Tarragona, ha convocado una reunión de urgencia durante el día de hoy para tratar el tema entre los propietarios de los establecimientos y trazar una hoja de ruta con el fin de intentar poner fin a esta problemática.

«Estamos muy preocupados por la situación que estamos viviendo últimamente durante las noches en algunos locales de ocio nocturno de la ciudad. Están habiendo varios grupos de jóvenes, de entre tres y cinco personas, que aprovechan que la gente va bebida para robarles e incluso apuñalarles con navajas por las calles de los alrededores de las discotecas, que acostumbran a estar oscuras o sin luz, y así no se les puede identificar tan fácilmente», explica Àngel Juárez, presidente de la Coordinadora de Entidades de Tarragona.

«Hoy tendremos una reunión donde trataremos el tema en profundidad, y miraremos de convocar una reunión de urgencia con los Mossos d'Esquadra y la Policía Local con el fin de tratar de poner una solución», afirma. Según Juárez, esta problemática no es reciente, sino que la presencia de navajas y armas blancas en torno a los establecimientos de ocio nocturno, ha ido al alza desde la vuelta a la normalidad postpandemia. «Desde el verano del 2021 los casos han ido en aumento, hasta el punto que este verano está habiendo más que otros años», concreta.

La llegada de turistas y la masificación de la ciudad durante los meses de verano, lleva a hacer que los infractores escojan estas fechas con el fin de llevar a cabo estas acciones ilegales y delictivas, hecho que causa la desconfianza de los residentes de la ciudad. «Todo este alboroto no ayuda, ya que muchos padres se muestran contrarios a que su hijo o hija vaya de fiesta por la noche sabiendo que pueden acabar recibiendo una puñalada», continúa.

De hecho, Juárez prevé que estos incidentes también podrían afectar al número de personas que decidan salir de fiesta por estos establecimientos ahora en verano. En este sentido, desde la Coordinadora de Entidades, que representa a más de 50 de toda la ciudad, tienen previsto iniciar próximamente una campaña cívica de concienciación social sobre el tema, e intentar reconducir la situación «a una vida nocturna y a un día a día donde no tengamos que mirar atrás por si alguien nos viene a robar, pegar o intimidar», concluye Juárez.

Detectores de metales en la entrada

Con el fin de garantizar la seguridad de la gente dentro de los locales, algunas discotecas y clubs de la ciudad optan ya desde hace unos meses por el uso de detectores de metales en la entrada y prohibir así la presencia de navajas dentro de los establecimientos.

«Dentro de las discotecas y los clubs de la ciudad la situación está controlada, porque la seguridad del recinto se encarga de registrar y pasar el detector de metales a todo el mundo que entra dentro. Si nos encontramos con alguna navaja avisamos rápidamente a la policía, y ellos se encargan de identificar al propietario y de no dejarle entrar en el recinto. El problema aquí, lo tenemos a fuera. Donde la situación es prácticamente incontrolable», detalla Eduardo Abenójar, presidente de la Asociación de Restauración y Ocio Nocturno de Tarragona, ya que aunque «constantemente reclamamos más presencia policial en las calles adyacentes de las discotecas, los efectivos son los que son, y como durante los meses de verano el número de residentes y personas que frecuentan la ciudad aumenta considerablemente, la situación es muy difícil de controlar a pesar de destinar más efectivos policiales en la zona», explica Abenójar.

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