Un informe de Secretaría dice que no hay que cambiar los pliegos en el contrato de limpieza de Tarragona

Continuar con la licitación del contrato de limpieza de Tarragona es una cuestión de voluntad política. Es la conclusión que se desprende de un informe conjunto de Secretaría y Viceintervención encargado por ERC antes del cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Tarragona y después de que el Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP) estimara los recursos –uno sólo parcialmente– presentados por el comité de empresa de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Servicios Medio Ambiente S. A. contra los pliegos del contrato.

En el documento se informa de que, para dar cumplido a la resolución del TCCSP, el Ayuntamiento tendrá que publicar una documentación que se requirió y se aportó posteriormente –la justificación del desglose de los precios y del valor estimado del contrato– después de que el órgano de contratación, en este caso el Pleno, apruebe el expediente y empiece, nuevamente, el proceso de licitación.

A partir de aquí, y alargando unos días el plazo de presentación de ofertas, el contrato podría salir a concurso público, ya que, tal como firman el secretario general y el viceinterventor general del Ayuntamiento «la resolución no anula los pliegos». Por este motivo, el grupo municipal de ERC, ahora en la oposición, considera que la demora en la nueva licitación del contrato no está justificada y que, para no comprometer los 500.000 euros de fondos europeos vinculados a inversiones en la mejora del servicio –como la recogida selectiva–, esta tendría que producirse en julio.

«No sé qué cambios quieren hacer más, pero tienen que apresurarse», explica el antes concejal de Limpieza, el republicano Jordi Fortuny. El edil considera que los técnicos hicieron una tarea impecable y que los pliegos tienen poco margen de mejora. Por este motivo, se muestra convencido de que la licitación tendrá concurrencia.

A pesar de eso, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (PSC), incluía la mejora y redefinición de los lotes del contrato y la búsqueda de soluciones «por las incidencias técnicas» para hacer el contrato más atractivo y «evitar que vuelva a quedar desierto» –según sus palabras– entre una de las cien medidas que tiene previsto implementar los centésimo primeros días de mandato, tal como aseguró el pasado martes.

«Los cambios serán maquillaje, no serán sustanciales porque tienen claro que el contrato es perfecto», apostilla Fortuny. «Con respecto a la plantilla de trabajadores, su subrogación está garantizada por ley, no hace falta que hagan nada. Decir que los cambios se harán respetándola no tiene nada extraordinario», añade el republicano respondiendo a las declaraciones hechas por Viñuales el pasado martes.

De la misma manera, Fortuny explica que cogerse a la incorporación de vehículos de hidrógeno verde que contempla el contrato para introducir variaciones en los pliegos «es una excusa», ya que «no es un requisito indispensable, sino una condición para mejorar la puntuación de las empresas que participen en el concurso».

«Es un camino que nosotros –el anterior gobierno– queremos iniciar, porque es la tendencia a la que tenemos que ir, a las emisiones cero, y, además, estamos en la Vall de l'Hidrogen verde, somos referentes en Cataluña, por eso se incluyó como un incentivo, nunca ha sido un requisito», añade.

«El contrato estaba diseñado para premiar las mejoras –como las frecuencias diferenciadas, la recogida en caminos, playas y todas las innovaciones que introdujimos y que estoy seguro de que no cambiarán– y no para que venga nadie a reventar el precio», concluye Fortuny.