Equipamientos
La renovación del césped de los campos de fútbol de Tarragona tardará un año en llegar
A pesar de ser una acción prioritaria para el Ayuntamiento, prevén llevarla a cabo el verano del 2024 para «no afectar a la actividad deportiva»
Sólo dos días después de su investidura, Rubén Viñuales firmó dos decretos de urgencia para impulsar sus primeras medidas como alcalde de Tarragona. Una de estas consiste en renovar el césped artificial de los ocho campos municipales de fútbol, una acción que, a pesar de ser prioritaria para el gobierno socialista, tardará un año en llegar.
La consejería de Deportes ya ha iniciado los trámites administrativos para redactar el proyecto, que incluye otras mejoras como la renovación de las rejas de las canaladuras, la sustitución de los actuales cañones de riego por aspersores y la instalación de nuevas porterías de fútbol 7. Todas estas actuaciones supondrán una inversión aproximada de unos dos millones de euros.
El consejero de Deportes, Berni Álvarez, asegura que esta medida «es una de las principales prioridades de este equipo de gobierno», y explica que «ya se han activado los trámites administrativos y la redacción del pliego técnico para iniciar tan deprisa como se pueda la licitación y la posterior adjudicación».
No obstante, el edil indica que, aunque la voluntad del gobierno es que la actuación sea una realidad lo antes posible, «no queremos afectar a la actividad deportiva». Por eso, «aunque podría empezar antes, la ejecución tendrá lugar entre el segundo y tercero trimestre del próximo año». Es decir, coincidiría aproximadamente con los meses de verano, cuando los clubs han acabado la temporada.
En total, el Ayuntamiento tendrá que renovar los 51.856,39 metros cuadrados de césped artificial que suman los ocho campos de fútbol municipal de Tarragona, ubicados en los barrios de Torreforta, Icomar, Campclar, la Floresta, la Granja, Bonavista, Sant Pere i Sant Pau y Sant Salvador.
Viñuales, durante el anuncio de esta medida, aseguraba que se trata de una actuación urgente y necesaria «ante el estado en el que se encuentran estos equipamientos deportivos». El alcalde señalaba que «hace unos dieciséis años que no se renueva el césped artificial», cuando su vida útil es de aproximadamente 10 años.
En este sentido, el presidente de la CD La Floresta, Pablo Pedro González, afirma que el campo donde practican fútbol se encuentra en un «estado lamentable». Apuntaba, además, que el club ha sufrido «muchas lesiones a causa del césped», durante la última temporada. Así, valora muy positivamente que el nuevo alcalde haya priorizado esta acción: «Me parece un acierto».
Mejorar los vestuarios
González apunta que hace falta dar «un repaso a todo en general». El dirigente del club de Ponent ha alertado del estado en el que se encuentran las rejas de las canaladuras que rodean el césped. «Son de plástico y cuando algún jugador las pisa se rompen», explica el presidente de la CD La Floresta, quien añade que «ha provocado más de un esguince». González cree que se podría evitar este problema si colocan unas nuevas que sean metálicas.
Por otra parte, ha señalado que los vestuarios son muy viejos. Aunque desde el mismo club se han encargado de mantenerlos como han podido, hace falta la mano del Ayuntamiento para que vuelvan a estar en condiciones óptimas, sobre todo para arreglar las baldosas del suelo y de las duchas.
«Tiene que ser un trabajo conjunto», afirma González, quien, en los últimos años, se ha encargado de pintar los vestuarios y limpiar las porterías de fútbol 7, las cuales el consistorio tiene previsto también renovar. «Entendemos que si un jugador rompe alguna cosa, nos tenemos que hacer cargo nosotros, pero si, por ejemplo, se rompe una cañería, lo tiene que asumir el Ayuntamiento», explica.
El presidente de la CD La Floresta, ha aprovechado también para proponer al gobierno que designen a dos conserjes por campo, uno por por la mañana y otro por por la tarde, ya que se trata de un equipamiento municipal. Ahora mismo no hay ninguno. González cree también que «las escuelas de los alrededores tendrían que poder aprovechar estas instalaciones para llevar a cabo las clases de Educación Física».