ERC y PSC blindan el pacto a la Diputación para garantizar la «estabilidad» del gobierno

Esquerra Republicana y el Partido de los Socialistas de la Diputación de Tarragona han blindado su pacto a la Diputación delante de los posibles escenarios que se puedan producir en Cataluña o a escala estatal en los próximos cuatro años. La republicana Noemí Llauradó, que repetirá como presidenta del ente provincial, aseguró que el acuerdo entre ERC y PSC está protegido de «todo aquello que pueda suponer una dinámica política que nos trascienda como institución», con el fin de garantizar la «estabilidad» en beneficio de una «mayor eficiencia en el servicio hacia los Ayuntamientos y la ciudadanía».

«Es un acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias y eso nos avala para poder componer este gobierno», aseguraba Llauradó, quien desglosaba los ejes estratégicos que marcarán el próximo mandato. Así, las acciones que llevará a cabo la Diputación irán centradas en «cooperar en el fomento del desarrollo económico y social» de la provincia. Republicanos y socialistas, que suman 17 de los 27 diputados, presentaron ayer el nuevo cartapacio, que contará con cuatro vicepresidencias, en las cuales estarán representadas los tres territorios que conforman la demarcación de Tarragona: el Campde Tarragona, las Terres del Ebrey el Baix Penedès.

El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ocupará la vicepresidencia primera y centrará sus fuerzas a «aprovechar oportunidades históricas», como los proyectos europeos. En este sentido, el socialista se encargará de la Región del Conocimiento y las Smart Cities, así como de impulsar el área metropolitana de Tarragona. Viñuales remarcaba la necesidad de una «voluntad unitaria» para que esta sea «una realidad tangible». El alcalde tarraconense hacía un llamamiento a «pensar con ambición» y a «aprovechar cualquier puerta que esté entreabierta».

Llauradó comentaba que uno de los objetivos de la Diputación es dar respuesta tanto a los «anhelos e inquietudes del área metropolitana y las grandes ciudades» como las necesidades de las poblaciones más pequeñas. El futuro vicepresidente segundo, el republicano Enric Adell, indicaba que 100 de los 190 municipios de la demarcación tienen menos de 1.000 habitantes. Así, el alcalde de Paüls remarcaba la necesidad de luchar por la repoblación rural, entre otros, con la mejora de las comunicaciones a través de las carreteras o la instalación de la fibra óptica.

La que será vicepresidenta tercera, Imma Costa, destacaba que, desde el área de Hacienda y Gestión Presupuestaria, existe «la necesidad de obtener el máximo rendimiento económico» de la Diputación para «traducir la acción política en acciones reales». Por otra parte, la socialista aseguraba que la cultura es «esencial para nuestra identidad de territorio». La vicepresidencia cuarta corresponderá a la republicana Marta Ventura, quien explicó que afrontarán los futuros retos «con compromiso, esfuerzo y trabajo y al lado de la administración local y los consejos comarcales».

«Queremos mantener la voluntad de acuerdo que siempre ha caracterizado la Diputación», afirmaba Noemí Llauradó, a quien animaba el resto de formaciones políticas con representación a llegar a «consensos que benefician nuestro territorio».