Tráfico
La turborotonda de la T-11 a Tarragona reduce sólo un 15% los accidentes el primer año y medio
Desde el SCT apuntan que había 27 siniestros anuales antes de su implementación y que hay que esperar dos o tres años para conocer su impacto real
La turborotonda de la T-11 no está teniendo, de momento, el impacto esperado. Es cierto que ha ayudado a reducir la siniestralidad en este punto de concentración de accidentes, pero ha sido un descenso poco significativo. Y es que, desde su implementación a finales de mayo del 2021, la accidentalidad ha bajado un 15%, según los datos facilitados por el Servicio Catalán de Tráfico (SCT). En este tramo de la T-11, la media anual era de 27 siniestros con víctimas. El año en que se puso en marcha, acabó con 23. Esta cifra se volvió a repetir en el 2022. Este año, durante el primer semestre, se han registrado, de momento, 7 accidentes.
Òscar Llatje, responsable de seguridad vial del SCT, apunta que son resultados «provisionales», ya que hace falta tener en cuenta que sólo se pueden valorar los datos del primer año y medio. «Ha disminuido un poco con la turborotonda», indica Llatje, quién explica, sin embargo, que algún año ya se registraron datos similares a los obtenidos en 2022: «Los últimos años ha habido mucha variación con respecto a los accidentes y eso supone un problema a la hora de hacer un balance a nivel estadístico». Por ejemplo, tanto en 2017 como en2019, se tuvieron que lamentar 28 siniestros con víctimas, mientras que, en 2018, se produjeron 24. Desde el SCT no tienen en cuenta la cifra de2020, ya que, a causa a la covid, fue un año excepcional y sólo se registraron 14 accidentes.
Tendencia a la baja
El responsable de seguridad vial señala que hay que esperar 2 o 3 años por poder conocer cuál es el impacto real de la turborotonda de la T-11. «Hace falta tener en cuenta que, cuándo calculamos los tramos de concentración de accidentes, por ejemplo, para colocar radares, les estudiamos durante 5 años, antes de tomar ninguna decisión,» explica Llatje, quién remarca que el tiempo que ha pasado desde su implementación hasta ahora «no es un periodo suficiente para poder evaluarlo». Aunque el descenso ha sido casi mínimo, desde el SCT valoran positivamente la mejora que ha supuesto con respecto a la seguridad en este tramo de la T-11, a la espera de comopuedan evolucionar las cifras durante los próximos años.
El SCT también ha registrado un descenso en la media de accidentes con víctimas que se han producido en laA-27, autovía que queda conectada con la T-11 mediante la turborotonda. Concretamente, pasó de los 6 siniestros al año a los 2,5 –1 en 2021 y 4 en 2022–, en el tramo comprendido entre un kilómetro antes de la entrada ala rotonda y un kilómetro después de la salida. Este año, ya se han registrado 2. Llatje destaca que, después de la implementación de la turborotonda, sólo ha habido un accidente con herido grave, que ha tenido lugar este 2023. También señala que no se ha tenido que lamentar ningún siniestro mortal en los últimos años: «No es un punto dondese suelanproducir accidentes de esta gravedad». El responsable del SCT afirma que, teniendo en cuenta los datos que se han registrado en los tramos de la T-11 y el A-27, «todo apunta que continuará la tendencia a la baja de la siniestralidad».
El modelo de la turborotonda es muy habitual en países como el Reino Unido o los Países Bajos, pero en Cataluña es una disposición relativamente nueva y que no está tan normalizada. En la glorieta de la T-11, se suprimió uno de los tres carriles y se trazó una línea continua en varios tramos en vez de discontinua. Además, se pintó de azul las cuatro salidas. La señalización horizontal que se instaló sólo permite circular por el carril derecho si se quiere coger la salida inmediatamente posterior. De manera excepcional, los vehículos que entran porla T-11 y van dirección Tarragona, pueden continuar hasta la segunda salida. Es decir, para continuar por la T-11.
«Al principio, había mucha confusión, pero los conductores ya están más entrenados», indica Llatje, quién afirma que el cambio no fue tan grande. Algunos, sin embargo, todavía se acaban de adaptar, ya que sigue siendo habitual ver vehículos saltándose líneas continuas de la turborotonda.