El Ayuntamiento de Tarragona licita la licencia de uso de un año para la explotación del Limboo

El Ayuntamiento de Tarragona ha sacado a concurso público el otorgamiento de una autorización temporal y a precario para la explotación del Limboo Beach Club. Concretamente, la licencia de uso será para un año y, en todo caso, podría alargarse hasta que se adjudique la concesión definitiva, de diez años de duración, para la ocupación de espacio de titularidad municipal, que fue licitada el pasado mes de junio –continúa abierta hasta el 14 de este mes. Así, las empresas interesadas en gestionar este local ubicado en la punta del Miracle de manera temporal, pueden presentar desde hoy, y en los próximos 14 días, su oferta.

Durante el año que dure la licencia a precario, la empresa adjudicataria tendrá que pagar al Ayuntamiento un canon mínimo de 669,20 euros mensuales, mejorable al alza. De hecho, uno de los criterios de valoración que más peso tiene de cara a la adjudicación de la concesión será la mejora del canon. La compañía que presente la tarifa más alta obtendrá la máxima puntuación, es decir, 60 puntos. Los otros 40 dependerán de la memoria técnica presentada, que tiene en cuenta la descripción de la metodología de la organización de la explotación de restauración, los aspectos relativos a la imagen de la terraza y la organización, calificación profesional y dimensión de la plantilla de personal.

También tendrá que abonar una garantía definitiva relativa a la conservación, gestión y explotación de las instalaciones que asciende a 4.615,20 euros, en concepto del 3% sobre el valor del dominio público ocupado, el cual tiene una superficie total de 798 metros cuadrados. Según el pliegede condiciones, en este espacio se podrá llevar a cabo aquellas actividades extraordinarias previstas a la normativa de espectáculos públicos y actividades recreativas, siempre que el adjudicatario haya obtenido la licencia correspondiente. Hay que recordar que el Ayuntamiento cesó la actividad de la anterior adjudicataria del Limboo porque ofrecía servicios de restaurante y bar musical, cuando sólo tenía licencia de chiringuito.

Obligaciones de la adjudicataria

A partir de ahora, el local podrá empezar a operar como bar-restaurante. Eso, sí la adjudicataria tendrá prohibido utilizar las instalaciones para usos y actividades desvinculadas de aquellas que están autorizadas en la licencia otorgada. Por otra parte, estará obligada a mantener en óptimas condiciones de uso y funcionamiento el espacio, materiales, bienes y equipos y a garantizar su conservación e integridad. Será, por lo tanto, a cargo exclusivo de la empresa todos los gastos porlos trabajos de mantenimiento, reparación y reposición de los medios materiales que estén degradados para la realización de la explotación.

El Ayuntamiento también insta a hacer uso, siempre que se pueda, de envases y materiales sostenibles, gestionar de forma selectiva la recogida de residuos y limpiar los espacios y bienes afectados a la autorización, recogiendo todos los desperdicios derramados. El consistorio se reserva el derecho a modificar el otorgamiento de la licencia, así como de revocarla o extinguirla sin derecho de indemnización, «por razones de interés público debidamente justificadas». El gobierno municipal también podrá penalizar a la adjudicataria porincumplimientos leves, graves o muy graves, como ahora, que exceda el espacio ocupado y que sea un perjuicio muy grave para el uso general del espacio público.

Según los plazos establecidos, a finales de julio podría estar ya adjudicada la licencia temporal para la explotación de este local tan emblemático. La adjudicataria, que tendrá el derecho de usar el espacio durante un año, podría no ser la misma que la de la concesión definitiva, la cual será para un plazo de 10 años.