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Solidaridad

El Banco de los Alimentos de Tarragona recibe un 40% menos productos con respecto al 2020

La entidad ha tenido que comprar por su cuenta leche después de que la Unión Europea la retirara de sus paquetes de ayuda

Imagen de archivo de las instalaciones del Banco de Alimentos de Tarragona, en Reus.

El Banco de los Alimentos de Tarragona recibe un 40% menos productos con respecto al 2020Olívia Molet

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El Banco de los Alimentos recibe hoy día un 40% menos productos que en 2020. La optimización de los procesos de las proveedoras de los supermercados y la reducción de los donativos de la Unión Europea, entre otros, han reducido las provisiones en los últimos años. La leche y el aceite, dos de los productos básicos, han dejado de llegar en los paquetes de la UE, lo cual ha obligado al Banco a buscar alternativas.

El Banco de los Alimentos de Tarragona, con sede en Reus, suministra alrededor de 160 entidades de la provincia, las cuales reparten la comida entre las personas necesitadas. Durante el primer trimestre del 2023, ha registrado a 37.651 personas beneficiarias. «Nuestro principal dogma es que no se lancen alimentos», define al director del Banco de Tarragona, Manuel de la Calzada. Las consecuencias de la pandemia y la inflación serían dos de los principales motivos de la bajada de donativos.

«La industria alimentaria ha sufrido los efectos económicos y ha intentado optimizar sus procesos. Ahora fabrican en función de los pedidos, mientras que antes sobraban más productos y nos los daban a nosotros», expone De la Calzada sobre una de las cuestiones clavepara entender la situación actual. «Hemos notado que ha bajado el ritmo. Seguimos contando con el apoyo de muchos proveedores, pero si antes sobraban quizás veinte cantos rodados, ahora sobran dos, por ejemplo», resume.

Otra problemática con la cual se encuentran los bancos de alimentos es la reducción de las aportaciones de la UE. El director del Banco de Tarragona apunta que la primera entrega de este año fue de entre 150 y 160 toneladas, mientras que la segunda se espera que sea de unas 400. Sin embargo, estas cifras son inferiores a las de años atrás, según señala: «Antes recibíamos tres entregas, pero pasaron a dos el año pasado. En 2020, en total, recibimos unas 1.500 toneladas. Este año no nos acercaremos ni a 1.000».

Dos de los productos más demandados, la leche y el aceite, han dejado de llegar. «Las entidades han tenido que buscar y nosotros hemos tenido que comprar», explica De la Calzada. Delante de este escenario de «crisis», tal como expresa, el Banco de los Alimentos está intentando recibir más subvenciones de la administración pública y encontrar alternativas. «Una de las entidades más importantes para nosotros ahora mismo es la Diputación de Tarragona, que nos ayuda con una subvención anual», comenta.

La misma UE, a partir de2024, implantará un sistema de tarjetas monedero con la intención de que las personas necesitadas puedan acudir al supermercado a comprar directamente los productos que, hasta ahora, reciben mediante el Banco de los Alimentos. «Las tarjetas monedero llegarán sólo a un 10% de la población y el 90% restante lo tendremos que seguir atendiendo nosotros», indica De la Calzada sobre el nuevo modelo. Además, este hecho provocará que los productos se tengan que adquirir a precio de mercado.

Por otra parte, el director del Banco de los Alimentos de Tarragona pone de relieve la falta de voluntarios actualmente: «En 2020 y en2021 hubo muchos, pero ahora cada vez hay menos». Al mismo tiempo, anuncia que el próximo septiembre, de manera conjunta con la Generalitat, se hará una exposición itinerante sobre el despilfarro de alimentos y una comida solidaria para concienciar a la ciudadanía. «El principal despilfarro se produce en las casas», afirma.

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