Playas
El Miracle concentra buena parte de los servicios de Cruz Roja en Tarragona en este inicio de verano
El coordinador de playas, Oriol Román, explica que el mar está más «movido» de lo habitual por las frecuentes corrientes marinas de los últimos días
Las fuertes y frecuentes corrientes marinas de las últimas semanas han provocado uno de los inicios de verano más convulsos de los últimos años en la costa tarraconense, tal como explica el coordinador de playas de Cruz Roja, Oriol Román. La parte sur del Miracle, la más próxima al puerto deportivo, es la zona más castigada por estas corrientes, ya que la presencia del espigón hace que el movimiento del mar no sea natural. Por este motivo, ha sido la playa donde Cruz Roja ha registrado más atenciones a usuarios durante este verano.
«Hacemos balance positivo del trabajo hecho por el equipo de socorristas hasta ahora durante este verano, aunque el mar no está ayudando mucho», expone Román, quien afirma que el mar ha estado más «agitado» que en los últimos años durante estas semanas. Por este motivo, muchos días se han tenido que izar las banderas amarilla y roja por el peligro que suponía bañarse.
Sin embargo, los socorristas, a veces, tienen que pedir a la gente salir del agua. «Hay gente que sobrevalora sus capacidades físicas, pero el mar siempre es más fuerte. Cuando vemos que hay usuarios bañándose con bandera roja, los instamos a salir», relata el coordinador de playas de Cruz Roja.
Cuando la gente no puede volver a la arena, los socorristas intervienen y ayudan a las personas necesitadas y, a continuación, explican los peligros que supone bañarse con condiciones adversas. «Ayudar a salir gente del agua es nuestro pan de cada día», señala Román sobre la frecuencia de las actuaciones.
La playa de Tarragona donde se han tenido que llevar a cabo más atenciones hasta ahora es la del Miracle, sea para ayudar a personas a salir del mar o para atender a personas con heridas o mareos, entre otras circunstancias. Las características físicas del Miracle y la atención requerida hacen que sea la playa donde Cruz Roja acostumbra a movilizar más recursos.
El equipo de Cruz Roja tiene en cuenta las previsiones meteorológicas con días de antelación, aunque, según Román, «hasta que no llegas a la playa, no puedes tomar la decisión final». Para los próximos días se prevé que el mar esté calmado, «pero eso no quiere decir que después pueda acabar variando», afirma.
Durante las últimas semanas, tanto en el litoral tarraconense como en otros puntos de la costa catalana, se han producido incidentes y rescates por la mala mar. Incluso, en el Miracle murió ahogado un hombre el pasado 8 de julio, en un momento en el que había bandera amarilla. Horas después, un hombre y un menor tuvieron que ser rescatados en la playa dels Capellans. Otro episodio se produjo, la semana pasada, en Torredembarra, donde murió ahogado un hombre de 87 años.
Por otra parte, los buzos de la Sociedad de Exploraciones Submarinas (SUS) tuvieron que retirar los restos del Concurso Internacional de Fuegos Artificiales del fondo marino del Miracle cinco días después de su clausura, ya que las malas condiciones ponían en riesgo la seguridad del equipo.
La temporada alta de playas empezó el pasado 16 de junio y acabará a mediados de septiembre. Este año, según asegura Román, ha sido «más fácil» encontrar socorristas para completar la plantilla, a diferencia de otros años en los que Cruz Roja tenía más dificultades.