El Supremo revoca la expulsión de un juez de Tarragona sancionado una decena de veces

El Tribunal Supremo ha revocado la decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de expulsar de la carrera al juez de Tarragona Manuel Arce por una falta muy grave de desatención e incumplimiento de deberes y ha sustituido esta sanción por tres años de suspensión de funciones.

Rebaja así la Sala de lo Contencioso el castigo que el CGPJ impuso a este magistrado -que ha sido sancionado en una decena de ocasiones en los últimos años- por su actuación como titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Tarragona.

El Supremo reconoce en su sentencia que la «conducta gravemente desatenta» del juez llevó al juzgado «a una situación de deterioro que sin duda se hubiera agravado con el transcurso del tiempo», si bien «la pronta incoación del expediente» por el CGPJ, debido a sus antecedentes, hizo que el retraso acumulado fuese breve.

Y aunque, «sin duda», el CGPJ puede valorar «de manera legítima el carácter reincidente del magistrado sancionado», esto no puede llevar a «magnificar» la infracción cometida en función de sus antecedentes, según el alto tribunal.

Por eso, aun con la «indiscutible gravedad que reviste» la infracción, el Supremo considera que la expulsión de la carrera «parece claramente desproporcionada».

Los magistrados, que estiman parcialmente el recurso de Arce, creen que es más proporcionado imponerle una sanción de suspensión durante tres años, si bien rechazan pronunciarse sobre su solicitud de incoar un expediente de jubilación por incapacidad al ser ésta competencia del CGPJ.

Pese a estimar en parte su recurso, el Supremo rechaza varias de las alegaciones del juez, que llegó a sostener que no había incurrido en desatención porque no había dejado de ir al juzgado o de celebrar juicios.

El Tribunal Supremo, en cambio, «considera plenamente acreditados los datos sobre el retraso acumulado desde el primer momento en el que el actor se incorporó» al juzgado de Tarragona en junio de 2020.

La falta de formación en materia de familia o la falta de colaboración del personal del juzgado -argumentos esgrimidos por el juez para justificar el retraso- no son, dice la Sala, «suficientes» para «excusar su culpabilidad».

El pleno del CGPJ acordó expulsar al juez Arce en septiembre de 2021 con catorce votos a favor y siete en contra.

Son numerosas los expedientes y las sanciones que pesan sobre él. En 2010, cuando era juez de lo contencioso de la Audiencia Nacional, el CGPJ lo suspendió temporalmente tras abrirle un expediente de jubilación por incapacidad. Acumulaba entonces cerca de quinientas resoluciones pendientes de dictar.

Perdió la plaza en la Audiencia y llegó a un juzgado de Barakaldo (Bizkaia), donde en 2013 se le abrió otro expediente por retrasos y dejación de funciones. De ahí pasó a Almería, donde volvió a ser sancionado.