El interés por el voley de más de 50 niños y niñas hace crecer el Club SPiSP

El interés de muchos niños y niñas por el voleibol ha crecido de manera exponencial durante los últimos dos años. Este fenómeno ha comportado el aumento de la demanda de los niños para practicarlo, tal como apuntan desde el Club Voleibol Sant Pere i Sant Pau, ya que la entidad ha pasado de tener 21 equipos a tener 25 en un año. «Teníamos unos 250 inscritos cuando empezamos la temporada 2022-2023 y ahora tenemos 307», expone el presidente, Alfonso Periáñez. Además, el club está a la espera de saber si podrá dividir su espacio en el Palau d'Esports para llegar a las tres pistas y, así, poder incorporar a 30 niños más que quedan a la espera.

«Hemos crecido de una manera espectacular. Una vez superados los años duros de pandemia, la gente empezó a tener más ganas de hacer ejercicio y actividades», argumenta Periáñez, quien afirma desconocer los motivos exactos del boom por el voley entre los niños y niñas. El club de Sant Pere i Sant Pau superó «bastante bien» la pandemia, pero Periáñez afirma que se marcharon algunos de los niños apuntados. «Pero enseguida recuperamos la masa social y la temporada pasada empezamos con 21 equipos y acabamos con 23», relata. Incluso, algunas familias tuvieron que quedarse en lista de espera por falta de espacio, según subraya el presidente.

Ahora, la entidad se prepara para un nuevo curso deportivo y, ante la demanda, tendrá que ampliar el número de equipos a 25 o 26. «Tenemos una buena cifra de monitores y entrenadores para absorber la demanda, pero nos faltan instalaciones», apunta Periáñez. Por este motivo, el club está a la espera de las horas que podrá utilizar la próxima temporada el Palau d'Esports. Además, propone al Patronato Municipal de Deportes aprovechar el espacio prestado: «La idea es instalar dos redes más y disponer de tres pistas en el mismo espacio que utilizamos ahora».

El presidente del Club Voleibol Sant Pere i Sant Pau cree que la demanda seguirá aumentando. La mayoría de los inscritos son de entre ocho y doce años, tanto niñas como niños, aunque el interés por parte de las chicas es algo superior. La mayoría de las familias que atrae la entidad de Sant Pere i Sant Pau son de Tarragona y su entorno, de municipios como el Catllar, els Pallaresos, Reus, Cambrils o Salou. No obstante, algunos jugadores vienen de más lejos, de ciudades como el Vendrell, Vilanova i la Geltrú o, incluso, Lleida.

La tendencia ascendente también se ha notado en el Campus de Voley Playa organizado cada verano en la playa de l'Arrabassada. «Nunca habíamos pasado de siete pistas y este año tenemos once. Hay niños que se han tenido que quedar sin jugar porque no teníamos más capacidad», indica Periáñez sobre una actividad que atrae cada semana a un centenar de niños durante su mes de duración.

«El tema de conversación y lo que más destaca es siempre el primer equipo, pero el deporte base es lo más importante para nosotros», comenta el presidente, quien destaca la presencia de jugadoras y jugadores, en los principales equipos femenino y masculino, respectivamente, que se han formado en las categorías inferiores del club.