La familia de Clara Zapater espera resolver el 'caso Love Parade' en dos años

La familia de Clara Zapater espera que en los próximos dos años se conozca la resolución del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por el juicio de la muerte de la joven durante la celebración de la Love Parade en Duisburg (Alemania) el 24 de julio de 2010, donde murieron hasta 21 personas a causa de una avalancha humana y otras 511 quedaron heridas.

El padre de la víctima, Francisco Zapater Esteban, abogado de profesión y exconcejal de Relaciones Ciudadanas y Universidades en el Ayuntamiento de Tarragona (desde 2011 a 2015), denunció ante la justicia alemana los hechos, exigiendo la aceptación de culpabilidad y pena a la empresa organizadora Lopavent, al Ayuntamiento de Duisburg y a la policía local, organizadores del acontecimiento. Después de 10 años, sin embargo, no hubo ninguna conclusión, hecho que provocó que el caso quedara prescrito, tal como marca la ley del país en los procesos judiciales complejos.

Por esta razón, a principios de 2021 Zapater acudió al Tribunal de Estrasburgo pidiendo que se respetara su derecho a obtener una reparación en justicia. Una reclamación que justo hace un año fue admitida a trámite por el tribunal europeo, y que todo que no hay un plazo establecido en el cual se tenga que tener una respuesta, Zapater calcula que será durante el transcurso de los próximos dos años.

«Prevemos que en un par de años tendremos una respuesta del Tribunal, y podremos poner fin a tanto tiempo buscando dignificar el honor de nuestra hija», afirma Paco, padre de Clara. El Tribunal de Estrasburgo es el órgano judicial europeo de más entidad, hecho que supone que si la demanda presentada por la familia no alcanza la respuesta deseada, desde el punto de vista jurídico no se podrá ir más allá.

Este hecho, sin embargo, no hace perder la esperanza a la familia de la víctima. «Lucharemos hasta el final para hacer justicia por nuestra hija. Durante mi carrera como abogado he llevado algunos casos a Estrasburgo, sé cómo funciona el sistema, lo que me hace ser optimista que conseguiremos lo que buscamos», afirmó Zapater, el padre de la víctima.

En busca de responsabilidades

En esta reclamación, Zapater pide que el Estado alemán sea condenado por vulnerar los derechos fundamentales de las familias, y marcar un precedente para que se modifique el proceso penal del país en casos de este tipo. «Ni España ni Italia tienen esta normativa, la cual consideramos que no tiene ningún sentido, y pedimos que se cambie para ayudar a las personas que también estén en una situación similar», explica.

Una vez al año, las familias de las víctimas del incidente de ahora hace 13 años se encuentran en Duisburg, donde hacen una comida. A continuación, acuden a una iglesia de la localidad donde encienden 21 velas, cada una con el nombre de una de las víctimas mortales de aquel 24 de julio de 2010. Posteriormente, se lleva a cabo una misa.

Al finalizar, se dirigen al memorial dedicado a las 21 víctimas mortales, donde se encienden más velas y las familias expresan palabras de recuerdo a todas las víctimas. También se pone música para amenizar el acto. «A pesar de que volver allí cada año nos dé malos recuerdos por lo que pasó, una fuerza vital dentro nuestra nos pide que estemos allí haciendo que el recuerdo de Clara y de las otras víctimas no se pierda nunca», concluye.