Los vecinos denuncian la excesiva ocupación de las terrazas en la Part Alta de Tarragona

Los vecinos de la Part Alta reclaman a la restauración que cumplan con la normativa. Según el vecindario, los bares y restaurantes de la zona aprovechan los meses de verano y los fines de semana para ampliar el espacio de su terraza, hecho que dificulta el paso de los peatones y su acceso a las casas. Además, afirman que en algunos casos, los establecimientos cierran más tarde de la hora estipulada, con el ruido añadido que, sobre todo en verano con el calor y la acumulación de gente en la calle, causa malestar entre el vecindario.

«Hace tiempo que los vecinos se nos quejan que algunos bares y restaurantes de la plaza del Fòrum, la plaza del Rey y la plaza de'n Rovellat ponen más mesas en su terraza de lo que les corresponde», afirma Manel Rovira, presidente de la Asociación de Vecinos de la Part Alta. Eso, según el portavoz de la entidad, hace que a menudo no se respeten los 1,5 metros de espacio de paso por peatones que marca la ordenanza municipal, y que las terrazas lleguen a tocar en algunos casos «con las puertas de las casas, lo que dificulta su acceso a las personas que viven allí o simplemente de los peatones que quieren pasar por el lado», explica.

Además, apunta que algunos de estos establecimientos «cierran más tarde de la hora que les corresponde», y les lleva a una situación que empeora durante los meses de verano. «El calor hace que estas semanas los vecinos acostumbren a dejar las ventanas abiertas, y por lo tanto, pasa más ruido. Si los locales alargan su abertura, sobre todo en el fin de semana, que es cuando se concentra más gente en las terrazas, eso produce que a los vecinos les cueste más dormir», detalla. Según la ordenanza municipal de terrazas en la ciudad de Tarragona, durante los fines de semana de los meses de verano, los locales ubicados en estas tres plazas no tienen permitido abrir más allá de las dos de la madrugada. Un horario que según Rovira, no se respeta.

Un llamamiento a la convivencia

Ante esta problemática, desde la Associació de Veïns de la Merceria i Voltants de la Part Alta se hace un llamamiento a la convivencia. «Los vecinos quieren que se hagan bien las cosas, que se respeten los espacios y el horario de cierre. Si eso no pasa, puede haber conflictos con los establecimientos, y no es lo que buscamos. No queremos que cierre ningún negocio, ya que pensamos que le dan vida al barrio, pero se tiene que cumplir con lo que marca la ley, por un tema de seguridad también», afirma Sergi Carrillo, miembro de la asociación. De hecho, según marca la ordenanza vigente, incumplir la normativa comporta una multa de hasta 800 euros.

Además, el Ayuntamiento se reserva el derecho de cancelar la autorización de terraza al titular del negocio. El encargado de hacer la supervisión es la Guardia Urbana, la cual según Carrillo, «no pasa casi nunca», afirma. «En la plaza de la Font, cuando es la hora de cerrar, la Guardia Urbana lleva a cabo la ruta de cierre de los bares y restaurantes de la plaza, pero aquí en la Part Alta no pasa», explica. Así pues, desde la Part Alta se pide concretar una reunión «pronto» con el concejal del barrio con el fin de tratar el tema y poner remedio. De hecho, el anterior gobierno municipal ya había anunciado su intención de aprobar una nueva ordenanza municipal de terrazas.